El 'establishment' estadounidense cree que los aranceles por un valor de 250.000 millones de dólares impuestos a las exportaciones chinas con destino al país norteamericano funcionan bien. Según distintos expertos, en la Casa Blanca opinan que su principal ventaja estratégica radica en el hecho de que China es incapaz de dar una respuesta simétrica debido al desequilibrio comercial.
Este y otros indicadores macro y microeconómicos hacen que los inversores empiecen a preocuparse por el futuro de sus inversiones. Los mercados de valores chinos muestran la peor tendencia de los países en vías de desarrollo. La depreciación de la moneda china tampoco añade mucho optimismo.
La situación en los mercados de valores de EEUU es parecida. Así, el índice S&P 500 perdió 7% de su valor en octubre lo que se considera el mayor desplome desde septiembre de 2011. El índice Nasdaq experimentó una caída de 9% en el mismo mes. Un desplome tan brusco de Nasdaq no ha sido registrado desde noviembre de 2008, según la cadena CNN Business.
Esta llamada hizo pensar a los mercados que los líderes podrían llegar a un acuerdo en Buenos Aires.
Es poco probable que el conflicto comercial se solucione pronto, pero si Donald Trump y Xi Jinping fijan los marcos para las siguientes negociaciones será un éxito, opina la experta Chen Fengying del Instituto de Economía Mundial de la Academia de Relaciones Internacionales de China.
"Claro está que EEUU presentará más demandas a China que Pekín a Washington, porque existe un desequilibrio en el comercio. (…) Si Washington piensa que Pekín saca más beneficios de la globalización, nosotros consideramos que es un proceso mutualmente beneficioso", explicó.
Fengying opina que China no hará concesiones a EEUU de manera unilateral.
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Muchos expertos comparten la opinión de Chen Fengying de que la reunión en Buenos Aires será la última oportunidad de que ambos países pisen el camino que les podrá llevar a una regulación del conflicto comercial. En otro caso, los mercados tendrán que prepararse para una larga depresión.
Otro factor que indica que los líderes podrán alcanzar un resultado positivo es el hecho de que el principal partidario del enfrentamiento de Washington con Pekín, el asesor comercial del presidente de EEUU, Peter Navarro, no participará en las negociaciones.