El mundo del fútbol está pendiente de lo que ocurra en esta final única e irrepetible: es un milagro deportivo que estos dos archirrivales coincidan en la final de la Copa Libertadores, pero además es la última vez que esta instancia se define con un partido de ida y otro de vuelta.
Para este incansable goleador, que además ostenta un récord Guinness por ser el futbolista que jugó en más clubes de forma profesional (26 equipos), para los integrantes de River y Boca, los días previos al gran partido "deben ser interminables porque es de lo único que se habla en sus casa, en el país y en el continente. Es mucha adrenalina, ansiedad y un gran deseo de que se juegue el encuentro".
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Tras el empate con Boca como visitante las perspectivas para el encuentro en Nuñez son múltiples, pero el futbolista dio su pronóstico. "Creo que va a ser un encuentro del mismo tenor [que el anterior] porque nadie sacó ventajas. Ambos dependen de un gol para ser campeones. El primero que lo logre se pondrá a la defensiva y esperará un contraataque. Va a haber pierna fuerte, de foul táctico, pero también con mucha transición y posibilidades de gol. Con la calidad de goleadores que ambos tienen el que esté más preciso e inspirado ese día va a tener mayores probabilidades de ganar", analizó, y agregó que si el encuentro llega a penales se van a poner en juego otro tipo de sensaciones y de nervios.
En esta materia Abreu es un referente. Fue integrante del seleccionado uruguayo que disputó en los cuartos de final de la Copa Mundial de Fútbol 2010, Sudáfrica, un encuentro contra Ghana. Ninguno sacó ventajas sobre el otro (1 a 1) y el encuentro se definió por penales. ‘El Loco' fue el encargado de ejecutar el último tiro. Su temple de acero, su talento y también su locura lo llevaron a definir con una jugada memorable: un toque suave que hizo que el esférico se elevara haciendo un lento recorrido hasta la portería al trazar una parábola que paralizó los corazones de todos sus connacionales. A esta audacia se la recuerda como cuando "El Loco la picó". No era la primera vez que lo hacía, pero debido a la instancia en que la hizo cobró tintes de leyenda.
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"En esas condiciones se me pasa por la cabeza que hay un alargue, que puede haber definiciones por penales. No se termina todo ahí, hay segunda vida. Si convierto soy campeón. El arquero seguramente esté con unos nervios incontenibles. Salvo que se trate de un portero excepcional que se quede parado, el resto se tiraría. Sí, la pico", confesó y le deseó suerte River, equipo donde jugó y al que le tiene "mucho cariño".
