"El interés en el caso WikiLeaks es enorme; es importante conocer lo que están haciendo las autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y otros países para neutralizar y parar las investigaciones de este desafiante medio", testificó la periodista italiana Stefania Maurizi.
El caso se remonta a mayo de 2017 cuando la reportera de investigación de La Republicca solicitó formalmente a Scotland Yard acceso a todos los ficheros relacionados con Kristinn Hrafnsson, Sarah Harrison y Joseph A Farrell, periodistas de la plataforma creada por Julian Assange.
Scotland rechazó "confirmar o negar" la existencia de ficheros sobre el trío de WikiLeaks en una decisión que finalmente avaló el Comisionado de Información en marzo de 2018.
Estelle Dehon, abogada de Maurizi, disputó la justificación de Scotland Yard, que ha rechazado abrir sus archivos sobre Wikileaks debido a la "falta de interés amplio" y porque se trata de información privada de tres individuos.
"El interés público y el resultado de este caso es de amplia importancia porque, independientemente de lo que uno piense de WikiLeaks, está en juego el principio del derecho de la periodista de una organización establecida [La Republica] a obtener información privada legalmente", advirtió la letrada.
En la vista se puso de manifiesto que los periodistas de Wikileaks autorizaron a Maurizi a solicitar la información, procesarla y publicarla libremente.
La vista pública en el Tribunal del Este de Londres continuará hasta última hora de la jornada.
Los abogados del Comisionado de Información expondrán sus argumentos ante la juez Melanie Carter, quien preside la apelación asistida por dos miembros del Tribunal de Información.
Scotland Yard no se había personado en la vista y ha remitido por escrito su defensa.