La Copa Mundial Femenina Sub 17 se disputa en Uruguay hasta el 1 de diciembre en tres sedes: el estadio Charrúa (Montevideo), el Alberto Supicci (Colonia) y el Domingo Burgueño (Maldonado). Esta es la sexta edición, y la primera vez que se juega en Sudamérica; el último había sido en Jordania en 2016.
Uruguay es el país anfitrión, y en donde en los últimos años se ha dado un gran crecimiento del fútbol a nivel femenino. En 2005 había 42 jugadoras fichadas que competían con varones, mientras actualmente son cerca de 3.500 futbolistas que compiten en ligas para niñas, distribuidas en 200 equipos.
Para Daniela Olivera (17 años), capitana de la selección uruguaya, el Mundial es un espaldarazo para que el fútbol femenino pueda llegar a más personas en el país.
"Antes el fútbol femenino no tenía apoyo, entonces es un paso enorme. Fijate que ahora muchas chicas se van a animar, porque ven al fútbol femenino en su país", indicó a Sputnik Olivera.
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Hasta el momento la Copa Mundial Femenina Sub 17 ha logrado contar con una buena afluencia de público. En particular los partidos del equipo uruguayo se realizaron con entradas agotadas. Según Valentina Morales (17 años), delantera de la selección, esto ha sido muy importante, pero al mismo tiempo resulta desafiante.
"La responsabilidad es mucho más grande porque es mucho más que un sudamericano, es un Mundial. La competencia es más exigente, todos los cuadros son muy buenos, pero nos tengo fe, y creo que vamos a hacer un buen papel", señaló la joven delantera.