Seyed Saed Mirtorabi Hoseini, analista iraní especializado en el sector de los hidrocarburos y miembro del Colegio de Científicos de la Universidad Jorezmi de Irán, ha explicado a Sputnik que Estados Unidos apenas podrá alcanzar los objetivos que se han propuesto a partir del 5 de noviembre. Los principales compradores de crudo iraní ya han dejado claro que seguirán cooperando con el país persa diga lo que diga Washington.
"La India, China, Japón y toda una lista de países europeos ya han dejado caer que no piensan cesar de comprar petróleo a Irán. China no ha reducido la compra. Solo Japón ha reducido las importaciones y encima no parece estar convencido del todo aún. Estados Unidos no va a lograr lo que quiere el 5 de noviembre", dice Mirtorabi.
Peyman Molavi, el secretario general de la Asociación de Economistas Iraníes, por su parte, ha señalado a Sputnik que ya se aplicó toda una lista de sanciones y que las que se activarán el 5 de noviembre tienen más bien un carácter simbólico. El sector bancario será el primero que sentirá los efectos negativos de las sanciones, pero con el tiempo Irán podrá evitarlas.
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El economista también ha recordado que los objetivos que se persiguen con las sanciones no son solo de carácter económico. También los hay de carácter humano.
"La gente de a pie será quien primero sienta en sus carnes [las consecuencias] en la reducción de las inversiones y en las fluctuaciones en la moneda nacional. Si el Gobierno iraní implementa las políticas correctas, resistirá el golpe y reducirá la presión sobre los ciudadanos", explica.
Sin embargo, Mulavi está convencido de que si Irán consigue evitar las sanciones y producir un millón de barriles de petróleo al día, el golpe sobre su economía habrá sido mínimo.
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