En el marco del tercer encuentro regional de "Economía de lxs trabajadorxs", que se celebrará el 1, 2 y 3 de noviembre en Chile, Sputnik conversó con la abogada argentina Gisela Bustos, miembro del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), que promueve el reconocimiento de estas nuevas formas laborales ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"Si bien en el mundo cuantitativamente hoy pueden ser minoritarias este tipo de empresas, me parece que por su dinámica son una expresión muy importante de las nuevas formas del trabajo, y deben ser reconocidas", aseguró Bustos.
"Creo que tenemos que saltar las barreras nacionales para ir a plantear un reconocimiento internacional", agregó.
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"El número sigue creciendo y se sigue registrando una muy baja tasa de mortalidad de estas experiencias", aseguró Bustos. "Son muy pocas las que cierran, se trata de sostener la unidad productiva recuperada, sea como sea", agregó.
Sin embargo, cada vez son más los obstáculos que deben sortear para poder subsistir. Desde hace dos años están "sufriendo el impacto brutal" de las políticas implementadas por el Gobierno de Mauricio Macri, aseguró Bustos.
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La producción está en baja debido al contexto macroeconómico del país, caracterizado por la caída del salario real y del consumo, recesión con inflación, megadevaluación y dolarización de costos, apertura de importaciones, tarifazos de gas, electricidad y agua.
En 19 casos el impacto de las políticas macristas fue aún peor: las llevó a la paralización total por la incapacidad de afrontar los costos de la producción, por la ausencia de mercado para sus productos, o por cortes de electricidad o gas. Incluso algunas fueron forzadas a cerrar.
Bustos aseguró que los trabajadores están "dando batalla en todos los terrenos". Los trabajadores han presentado denuncias judiciales, principalmente "por los tarifazos", junto a las defensorías del Pueblo provinciales y de la capital argentina. Actualmente están "articulando con la legislatura para que se dicten leyes de emergencia" para las fábricas recuperadas.
Actualmente 47% de estas empresas están en el área metropolitana de Buenos Aires, el resto se distribuye en 22 provincias.
La experiencia de las empresas recuperadas tiene "cuna mundial" en Argentina, donde el fenómeno está más desarrollado cuantitativa y cualitativamente. El movimiento nació con la crisis económica de 2001, cuando cientos de empresas cerraron por déficit. Así surgió, por ejemplo, la Cooperativa 19 de diciembre, de la que es miembro Bustos.
Cooperativa 19 de Diciembre, Empresa recuperada por sus trabajadores. Fábrica sin patrón en el Gran Buenos Aires pic.twitter.com/LnDXvXcv2q
— René Squella Soto (@ReneSquellaSoto) 23 de mayo de 2014
Los sectores con mayor cantidad de empresas recuperadas son las industrias metalúrgicas, alimenticias, gráficas, textiles y de la carne, según el informe.
"La situación es muy difícil, por eso me parece importantísimo de participar del encuentro regional en Chile, para tratar de articular con compañeros y compañeras de distintos lugares y unificar políticas y acciones incluso más allá de las diferencias que podamos tener en otras cuestiones", resumió.
La OIT debe reconocer las nuevas formas de trabajo
A pesar de la dimensión que han cobrado las empresas recuperadas en Argentina y el mundo, la OIT aún no las reconoce; no hay legislación específica para ellas. En el marco del centenario de la creación de la organización internacional en 1919, Bustos considera que ha llegado la hora de que reconozca las nuevas formas de trabajo, como son las empresas recuperadas.
"El modelo de trabajador de la OIT sigue siendo el trabajador dependiente de un patrón que está dentro de una unidad productiva. […] La OIT se planteó como un gran eje de trabajo profundizar en el futuro del trabajo y las nuevas formas del trabajo y demás, y me parece que [en ese contexto] el planteo de las empresas recuperadas debe ser reconocido", aseguró Bustos.
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"Hoy los trabajadores de las empresas recuperadas están huérfanos, sueltos, y no tienen ningún reconocimiento ni dentro de las fronteras nacionales ni en el marco internacional, y me parece que ya es tiempo de que ese reconocimiento se dé", concluyó.