"El Brexit es, de facto, una decisión política para restablecer la frontera entre la Unión Europea y el Reino Unido, el Brexit es un proyecto para separar el Reino Unido de la UE, no sé cuál será el resultado de las negociaciones, pero sé que el acuerdo del Brexit es al cien por cien responsable del regreso de la cuestión sobre la frontera irlandesa", dijo Tusk en una sesión del Parlamento Europeo.
Las partes deben acordar cómo asegurar el cumplimiento del Acuerdo de Belfast de 1998 y evitar la restauración de la frontera real entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda después del Brexit, sin violar la integridad del Reino Unido.
Actualmente, Irlanda del Norte y la República de Irlanda no están separadas por una frontera, pero la salida del Reino Unido de la UE significa el establecimiento del control fronterizo, ya que el Reino Unido abandona la UE y la Unión Aduanera.
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Para la UE, la opción de mantener la pertenencia de Irlanda del Norte en la unión aduanera sin frontera real es aceptable.
En junio de 2016, el Reino Unido celebró un referéndum sobre la salida de la UE, en el que el 51,9% de los británicos votó a favor de abandonar el bloque comunitario.
Los planes del Reino Unido y la UE para acordar las condiciones del 'divorcio' para este mes de octubre fracasaron y la fecha límite fue aplazada para noviembre.
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Si los 27 y Londres no llegan a un acuerdo en noviembre, existe el riesgo de que no haya tiempo para que los parlamentarios nacionales lo ratifiquen antes de la salida del Reino Unido del bloque, fijada para el 29 de marzo de 2019, lo que podría derivar en un Brexit duro, sin acuerdo y con incertidumbre en torno a las futuras relaciones entre Reino Unido y la UE.