"En la situación en que se ve gravemente ultrajada la naturaleza misma de la Ortodoxia canónica, el Sínodo de los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero no puede sino anunciar, sintiendo un profundo dolor, que comparte la decisión del Santo Sínodo del Patriarcado de Moscú sobre la imposibilidad de seguir en plena comunión con la Iglesia de Constantinopla mientras esa antigua Iglesia hermana no renuncie a la doctrina de su presunto primado, la que es falsa y ajena a la Ortodoxia, vuelva a abrazar la fe ortodoxa y deje de cometer actos ilícitos", señaló el Sínodo.
"Pedimos a los primeros jerarcas de las Iglesias ortodoxas locales reflexionar sobre esta situación y reunirse para buscar juntos una decisión canónica para este problema", instaron los jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero.
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También condenaron la decisión de Constantinopla de restablecer el estatus canónico para unos cismáticos a los que fue quitada su dignidad por delitos flagrantes.
"Constantinopla se adjudicó arbitrariamente unas facultades inexistentes con las que justifica sus intentos de inmiscuirse en los asuntos de otras Iglesias locales", declararon.
En Ucrania actualmente funcionan la Iglesia Ortodoxa Ucraniana canónica, que es una iglesia autogestionada perteneciente al Patriarcado de Moscú, así como instituciones religiosas no reconocidas por la Ortodoxia mundial, como el Patriarcado de Kiev y la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania.
El presidente del país, Petró Poroshenko, procura conseguir el reconocimiento de esas estructuras religiosas no canónicas y crear sobre su base una Iglesia autocéfala única en Ucrania, al margen de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, para lo que encontró apoyo por parte del Patriarcado de Constantinopla.