"Nuestras nuevas instalaciones en Turku producirán medicamentos para el Mercado europeo, pero también para otros mercados", cuenta Morózov, que se encuentra en Madrid con motivo de la celebración de la feria farmacéutica internacional, CPhI, una de las más importantes del sector.
De acuerdo con las previsiones de la empresa, en 2019 debería estar terminada la zona de fabricación, lo que permitirá abordar otros trabajos como "el establecimiento de una red de contactos con otros laboratorios", así como el "inicio de estudios clínicos en la UE" o la "compra de material y servicios para las salas blancas".
"Nuestra previsión es que las ventas comiencen en Finlandia en 2022", afirma.
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Por su parte, el vicepresidente de la compañía, Román Ivanov, subraya que la localización de una planta de Biocad en Finlandia permitirá a la empresa eliminar trabas burocráticas para penetrar en el mercado europeo.
"Según la legislación europea, la calidad los medicamentos comercializados en la Unión Europea debe ser analizada por un laboratorio autorizado por la propia Unión Europea", recuerda Ivanov.
De esta manera, subraya Ivanov, la empresa pretende abrir una "ventana al mercado europeo" desde la que profundizar sus planes para aumentar su presencia fuera de la órbita de Rusia.
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