Te presentamos una lista de los seis países con mayor deuda con relación a su PIB publicada por el Fondo Monetario Internacional.
EEUU
En el 6º lugar de nuestra lista se encuentra EEUU, país que tiene una deuda que alcanza el 106,1% de su PIB, según datos del Fondo Monetario.
El FMI no fue el único en advertir sobre las consecuencias negativas que podrían ser causadas por la política agresiva que Trump está tratando de aplicar contra otros países.
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El periodista ruso Maxim Rúbchenko enfatizó en su artículo para Sputnik que la política económica de Trump y una deuda estatal sin precedentes contribuyen a que el dólar sea cada vez menos atractivo para ser utilizado en los pagos internacionales y varios países empiecen a dar los primeros pasos para sustituirlo en el comercio internacional.
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Portugal
Portugal se sitúa en el 5º lugar de nuestra lista con una deuda pública que ya llegó al 120,8% de su PIB.
Aunque la situación económica en Portugal se estabilizó en 2017, su deuda pública creció el año pasado 1.600 millones de euros —1.800 millones de dólares— en comparación con el año anterior. El país podría tropezar con dificultades para pagar su deuda si se toma en consideración el pronóstico del FMI de que la economía portuguesa crecerá tan solo 1,8% en 2019.
Italia
Este país europeo ocupa el 4º lugar en nuestra lista con una deuda pública que roza el 130,3 % de su PIB y alcanzó los 1,9 billones de dólares.
Por su parte, el exsenador italiano Roberto Mura reveló que el presupuesto italiano pierde siete millones de euros diariamente a causa de las sanciones que la UE introdujo contra Rusia.
Varios analistas pronostican que cuando el italiano Mario Draghi abandone su cargo de presidente del Banco Central Europeo en 2019 Roma podría quedarse sin su fuente de créditos baratos.
Líbano
Este país árabe ocupa el 3º lugar de nuestra lista con una deuda estatal que alcanzó en 2018 el 150% de su PIB.

No obstante, la guerra en Siria, país vecino, que inició en aquel año contribuyó a que las cosas empeoraran para Beirut. En particular, aumentaron las importaciones y como consecuencia creció el déficit de balanza comercial.
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Este problema fue acompañado por un crecimiento en el número de migrantes. Más de 1,5 millones de los refugiados sirios llegaron al Líbano en 2016.
Para mantenerlos, el país tuvo que gastar mucho dinero mientras que los refugiados estaban listos para ejercer cualquier tipo de trabajo por una remuneración, así sea irrisoria. Como consecuencia, muchos libaneses perdieron su empleo y cayeron en la pobreza. En 2015, el número de ciudadanos pobres alcanzó las 170.000 personas.
La brusca caída de los ingresos empujó al Gobierno libanés a endeudarse más.
Grecia
Además, se produjeron cambios radicales en la estructura del mercado laboral de Grecia. Un mayor número de empleados griegos trabajaba en la esfera de servicios, mientras que el empleo en la industria y, particularmente en los astilleros, se redujo considerablemente.
A partir de 2009 la deuda externa de Grecia no paró de crecer. Su rápido crecimiento hizo que muchos expertos vieran que una crisis presupuestaria era prácticamente inevitable.
Japón
Otro factor negativo es que la economía japonesa crece muy lento. Este año creció tan solo un 1,1% mientras que el año pasado su crecimiento no superó el 1,7%, según los datos del FMI.
Uno de los mayores problemas de la economía japonesa es su déficit comercial que en agosto de 2018 se situó en 4.000 millones de dólares a causa del incremento de las importaciones de crudo y de gas natural licuado estadounidense.