Las relaciones de Washington, a menudo el primero en criticar fuertemente a los países 'violadores de los DDHH', con Arabia Saudí, una monarquía teocrática que practica la pena capital y solo este año decidió otorgar a las mujeres el derecho de conducir automóviles, que durante décadas han sido de estrecha cooperación, actualmente se están poniendo a prueba
Según los senadores Bob Corker y Robert Menendez, presidente y vicepresidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado de EEUU, la desaparición del periodista "podría indicar que fue víctima de una grave violación de los derechos humanos reconocidos internacionalmente".
Las leyes vigentes de EEUU, en particular, la Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad en Derechos Humanos, estipulan un plazo de 120 días para que el presidente estadounidense decida introducir sanciones contra los individuos involucrados en una violación de este tipo.
Donald Trump, a su vez, calificó la posible ruptura con Arabia Saudí como un paso contrario a los intereses económicos del país y "una situación terrible", pero prometió plantear el asunto ante el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Saud.
Un trayecto desagradable
Las relaciones entre ambos países caen en picada por el caso de Khashoggi, asegura el experto del Consejo ruso para los Asuntos Internacionales, Maxim Suchkov.
"Incluso a los más fervientes partidarios del reino árabe en el Capitolio se les hace cada vez más difícil justificar las acciones de las autoridades saudíes", comentó el analista a RBK.
Aunque es muy probable una ruptura política o militar entre Washington y Riad, los saudíes se encuentran en una situación precaria y el desarrollo de la situación por el momento no está claro, opinó el interlocutor del medio.
Tampoco es posible actualmente determinar si un tercer actor estaría sacando provecho de la riña entre los dos aliados.
"Para Rusia, pueden surgir tanto oportunidades como pérdidas", sugirió Suchkov.
Es posible que invocar la Ley Magnitsky sea la forma de EEUU de encontrar un balance entre 'no hacer nada' y 'salvar las relaciones bilaterales'.
De esta manera, Washington podrá reaccionar al acontecimiento, pero el impacto de sus medidas quedará lo suficiente limitado como para mantener los lazos con Riad, opinó Michael Stephens, analista del Real Instituto de Servicios Unidos de Seguridad Y Defensa, en su cuenta de Twitter.