El ente explicó que los individuos mencionados formaron parte de un grupo de especialistas técnicos que realizaron un viaje de trabajo rutinario.
"Los miembros del grupo tenían pasaportes diplomáticos, como se hace a menudo a nivel internacional", dijo a la prensa un representante de la Cancillería.
Según la entidad, varias instituciones y organizaciones de Estado, incluido el Ministerio de Defensa de Rusia, velan por la seguridad de las actividades diarias de las misiones diplomáticas rusas en el extranjero.
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La Cancillería también subrayó que "durante la detención no se presentaron acusaciones oficiales contra los especialistas rusos".
"No se les hizo ninguna pregunta, simplemente les confiscaron sus equipos, incluidos los teléfonos móviles, privándoles de la posibilidad de contactar rápidamente a la embajada", explicó.
Añadió que además "fue denegada la solicitud directa de notificar a la misión diplomática rusa lo que estaba sucediendo".
Moscú también está profundamente perplejo por el hecho de que, después de este incidente, "no hubiera notas diplomáticas, ni solicitudes, ni notificaciones".
La Cancillería rusa agregó que la campaña de demonización de Rusia busca desviar la atención de los esfuerzos de EEUU para incrementar su ciberpotencial.
"No dudamos de que la campaña de demonización de Rusia y las acusaciones de ciberataques lanzadas contra nosotros sirven para desviar la atención del público occidental de los esfuerzos de EEUU y sus aliados para incrementar su ciberpotencial y preparar ciberoperaciones", dijo el ente diplomático ruso.
Señaló que Londres y Washington lanzaron simultáneamente acusaciones infundadas de ciberataques contra Moscú y luego hubo acusaciones de intentar hackear la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), aunque sus representantes oficiales refutaron esas informaciones.
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El ministerio supone que la campaña de propaganda antirrusa sirve a los países occidentales de pretexto para promover la iniciativa de ampliar el mandato de la OPAQ para brindarle el poder de identificar a los responsables de los ataques químicos.
El 4 de octubre, el Ministerio de Defensa de los Países Bajos comunicó haber frustrado un ataque informático contra la OPAQ, dirigido supuestamente por cuatro agentes de inteligencia rusos, con pasaportes diplomáticos, expulsados tras el incidente el 13 de abril pasado.
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La Cancillería rusa calificó las acusaciones presentadas por los Países Bajos como "un acto de propaganda antirrusa" y constató que Occidente vive un auge de "espionajemanía".
El Ministerio de Exteriores ruso declaró que los Países Bajos acusó infundadamente del hackeo a Moscú en vísperas de una sesión de la OPAQ para crear una coyuntura política favorable para promulgar iniciativas ilegales.
Tratado START
La Cancillería rusa también denunció que Moscú considera inaceptable que Washington supere en 101 unidades el número de sistemas de lanzamiento de misiles balísticos y bombarderos pesados desplegados y no desplegados, permitidos según las cláusulas correspondientes del Acuerdo START.
El texto destaca que Moscú no puede confirmar las palabras de Washington sobre la reducción de sus armas ofensivas hasta el nivel previsto por el artículo II del convenio.
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En particular, EEUU no incluye en el informe publicado por el Departamento de Estado sobre la situación en ese esfera unos cuatro sistemas de lanzamiento "de entrenamiento", categoría que no aparece incluida en el Tratado.
El START III, que entró en vigor en febrero de 2011, obliga a los dos países a recortar y limitar el número de armas estratégicas.
Además las partes están obligadas a intercambiar cada seis meses datos sobre sus arsenales estratégicos.
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Moscú subrayó en reiteradas ocasiones que el aumento del potencial militar de la OTAN, la expansión de sus misiones globales y de la actividad militar, así como la futura ampliación de la Alianza y el acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras rusas, también en el marco del escudo antimisiles global de EEUU, representan una amenaza a la seguridad nacional de Rusia.
Papel de Rusia y China en la resolución de la crisis coreana
Asimismo, la Cancillería rusa comunicó que Rusia y China acordaron continuar coordinando sus acciones para lograr una solución política a la situación en la península de Corea.
"Se acordó continuar la estrecha coordinación de los esfuerzos de Rusia y China para apoyar el proceso de solución política y diplomática de toda la gama de problemas de la subregión", dice el comunicado publicado en la página web del ente ruso.
El 9 de octubre en Moscú se celebrarán consultas de los cancilleres de Rusia, China y Corea del Norte en el marco de los esfuerzos de Pyongyang para desarrollar el diálogo con Corea del Sur y EEUU para la desnuclearización de la península coreana.