"Estoy muy animado, creo que ganamos hoy; es un movimiento muy fuerte, que hace mucho que no se veía en Brasil, es algo espontáneo, no hay apoyo de sindicatos, nada (…) es la gente de a pie que se compra las camisetas, las banderas (…) y sale a la calle a apoyarle", explicó a Sputnik Nelson Pedroso, ingeniero informático.
Como él, Ademir de Lima, su mujer y su hijo, acudieron curiosos a recibir a Bolsonaro, después de que el político regresara del complejo militar de Deodoro, al oeste de la ciudad, donde depositó su voto; la comitiva de vehículos negros de cristales oscuros pasó de largo, pero nadie quedó decepcionado.
"La mayoría estamos optimistas, tenemos clara la victoria, no puede ser que gane la minoría", comentaba De Lima, que al mismo tiempo confesaba tener algún "recelo" por el asunto de las urnas electrónicas.
Durante la campaña electoral, Bolsonaro y su equipo alentaron las sospechas de fraude alegando que las urnas electrónicas (que se usan en Brasil desde la década de 1990) serían fácilmente manipulables, y que la izquierda sólo podría vencerle haciendo trampas.
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Bolsonaro, diputado desde hace casi 30 años, siempre fue elegido a través de este sistema, pero sus electores no ven incoherente que ahora ponga en duda la fiabilidad del proceso: "Bueno, es que no es lo mismo ser candidato a diputado que a presidente, hay mucha gente queriendo boicotearlo, empezando por los medios de comunicación", criticó Ademir.
"Me gustó mucho que dijera eso, lo que quería decir en realidad es que es optimista, no quiso dejar dudas de que iba a ganar, lo que pasa que luego manipulan lo que dice y empiezan a decir que es autoritario y todo eso", criticó.
Bolsonaro lidera todas las encuestas de intenciones de voto; según el sondeo divulgado por el instituto de opinión Datafolha la víspera de las elecciones, tiene un 41% de los votos válidos, frente al 25% de Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
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El apoyo a Bolsonaro fue creciendo en los últimos días, por eso sus electores confían en que pueda ganar directamente los comicios en la primera vuelta, aunque para ello necesitaría el 50% más uno de los votos.
