"Lo que es importante es que Brasil vivirá una segunda vuelta. Eso es bueno para Brasil porque habrá más tiempo para comparar proyectos", dijo Haddad, quien en las encuestas de intención de voto se encuentra 15 puntos porcentuales, con un 25 por ciento, por detrás de Bolsonaro (Partido Social Liberal).
Haddad, de 55 años, comenzó la jornada electoral con un desayuno en el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, bastión de Lula, y luego se dirigió a un centro de votación en la ciudad de Sao Paulo.
El exalcalde de Sao Paulo (2013-2017) afirmó que para la segunda vuelta trabajará con los demás candidatos que no llegarán a la segunda ronda y también buscará alianzas "independientemente de partidos".
"Vamos a buscar ampliar más allá de los partidos nuestra alianza, para los brasileños y brasileños, independientemente de partidos, que quieran contribuir a la reconstrucción democrática del país. Vamos a buscar personalidades y personas que tengan una biografía de servicios prestados al país para gobernar con unidad", dijo Haddad.
El candidato del PT dijo que respetará y celebrará el resultado de la votación porque "en la democracia se celebra la voluntad del pueblo. Si la voluntad popular se expresa libremente, es una fiesta cualquiera sea el resultado".
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Para ganar en la primera vuelta, los candidatos necesitan más de la mitad de los votos habilitados (50 por ciento más uno) en un país polarizado en el que más de 147 millones de personas están habilitadas para sufragar. La segunda vuelta se llevará a cabo el 28 de este mes.