"El Ministerio Público Federal del estado brasileño de Minas Gerais [sureste] denunció a Adélio Bispo de Oliveira por practicar atentado personal por inconformismo político", informó el organismo en un comunicado.
Si acaba siendo condenado, el acusado estará sujeto a una pena de entre tres y diez años de cárcel, que podría aumentarse al doble, en base a una lesión corporal grave.
La Fiscalía subraya que la intención del agresor era "excluir a la víctima de la disputa electoral" y remarca que la acción fue planeada.
En julio de este año, el acusado se registró en un club de tiro en Florianópolis (Santa Catarina, sur de Brasil), donde practicó tiro, exactamente el día en que uno de los hijos de Bolsonaro llegó a esa ciudad para participar en un entrenamiento en el mismo club.
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Además, en su teléfono móvil se encontraron fotos del cartel que anunciaba la llegada de Bolsonaro a Juiz de Fora, al margen del hecho de que estudió la agenda del candidato, recorriendo de antemano los sitios por donde iba a pasar para planificar la ejecución del atentado.
"Puso al régimen democrático en grave e inminente peligro de lesión; produjo un riesgo serio y palpable de distorsión del régimen representativo, consistente en la perspectiva de privación, a la fuerza, de la posibilidad de que millones de electores sufragaran las ideas y propuestas con las cuales se identifican", afirma la denuncia de la Fiscalía.
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Bispo de Oliveira fue detenido en el acto, pocos minutos después de la puñalada, y desde entonces está preso en una cárcel de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul (suroeste).
El líder de la ultraderecha es el favorito de cara al primer turno electoral que se celebra el 7 de octubre.
Según las últimas encuestas, tiene un 31% de intención de voto, diez puntos por delante del segundo colocado, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad.
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