En Brasil, el clima de la antesala a las elecciones presidenciales es particular. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), el favorito en todas las encuestas, se encuentra en prisión e inhabilitado por un presunto caso de corrupción. Bolsonaro, quien le seguía en las preferencias —ahora las está liderando— fue apuñalado en un acto de campaña.
Bolsonaro, en cambio, mantuvo a su candidato inicial a la vicepresidencia, el general del Ejército Hamilton Antônio Mourão, tan controvertido y autor de frases impactantes como las que ha proferido su compañero de fórmula.
Aunque el foco está en los candidatos principales, el rol que pueden tener los vicepresidentes no es menor. Potencialmente, podrían llegar a la presidencia en caso de renuncia o fallecimiento del titular. O, como se dio en el caso del actual presidente Michel Temer, acceder al Palacio de Planalto tras un hipotético caso de proceso de juicio político.
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Sputnik te cuenta quiénes son, cuál es su trayectoria y cuáles han sido sus dichos más trascendentes a lo largo de esta campaña.
¿Quién es Manuela D'Ávila, vice de Haddad?
Con el tiempo, se afilió a la sección juvenil del Partido Comunista de Brasil. Accedió en 2004 al cargo de concejala de Porto Alegre y luego fue ganando importancia en el seno de su Estado, Río Grande del Sur, uno de los más pujantes del país.
En las elecciones de 2006 accedió a un escaño en el Congreso Federal como diputada. En esa instancia, fue la candidata más votada en Río Grande del Sur con el 7,31% de los votos, según datos recabados por la Fundación Getúlio Vargas. En los comicios federales siguientes, mantuvo este puesto y alcanzó casi medio millón de votos, más de un 8% del electorado.
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En el medio, intentó acceder sin éxito a la alcaldía de Porto Alegre, tanto en 2008 como en 2012. En 2015, prefirió volver a la esfera estatal y se postuló a la asamblea legislativa riograndense. Nuevamente se volvió la candidata más votada en su estado, esta vez para el Parlamento local.
Su condición de mujer la ha marcado en un ambiente político machista. En 2016, fue duramente criticada por mostrarse en redes sociales dando el pecho a su hija bebé. En su campaña, el trasfondo feminista de la candidata se ha traslucido en sus discursos que aseguran que el actual modelo de Brasil perjudica a las mujeres.
Essa eleição é muito importante especialmente para nós, mulheres! Assistam a fala da Manu na visita ao Armazém do Campo. pic.twitter.com/Tx6AO9K206
— Manuela (@ManuelaDavila) 20 de agosto de 2018
La joven candidata en su adolescencia tuvo un importante sobrepeso y logró adelgazar. Sin embargo, suele describir esta etapa de su vida como un momento en el que sufrió discriminación y sintió en carne propia la exigencia de la sociedad por respetar cánones de belleza.
Numa sociedade que lucra com nossa insegurança, gostar de si mesma é um ato de rebeldia…
— Manuela (@ManuelaDavila) 25 de agosto de 2018
Para as mulheres que vão #sabadar a pedida é uma bela dose de amor próprio ❤
🖌 Flora Antipatriarca pic.twitter.com/r6HoPCF2pZ
El perfil de D'Ávila es esencial cuando se tiene en cuenta que las mujeres podrían llegar a jugar un rol decisivo en las elecciones. Más cuando Jaír Bolsonaro y su candidato vicepresidente se han caracterizado por una retórica hostil para los derechos de las mujeres.
Esto no se alcanzó, y el 7 de octubre competirán también otras dos duplas próximas ideológicamente. Guilherme Boulos, del partido Socialismo y Libertad, es líder del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MST) y está acompañado por Sonia Guajajara, referente indígena del Amazonas. Además, el socialdemócrata Partido Democrático Laborista va con Ciro Gomes, que en algunas encuestas está en un empate con Haddad.
¿Quién es Hamilton Mourão, vice de Bolsonaro?
La decisión se motivó cuando, en medio de las declaraciones de empresarios arrepentidos que salpicaban a todo el espectro político, Mourão afirmó que los militares tenían "planes muy bien hechos". Y que si los poderes no consiguen una "solución", sería tarea de las Fuerzas Armadas tendrían que "imponer" una.
"Y esa imposición no será fácil, traerá problemas, ténganlo claro", remató en su momento.
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No era la primera vez que el ahora candidato por el Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB, por sus siglas en portugués) lanzaba palabras que sacudieron el terreno político. Por ejemplo, en 2015 se lo quitó del Comando Militar del Sur por hacer un homenaje a Carlos Alberto Brilhante Ustra, uno de los torturadores de la dictadura brasileña (1964-1985).
Este coronel fue el mismo al que Bolsonaro dedicó su voto a favor del juicio político a Dilma Rousseff. Un gesto provocador, si se tiene en cuenta que Brilhante Ustra fue uno de los responsables de las vejaciones a las que fue sometida la expresidenta y otros cientos de militantes de izquierda en la época de la dictadura.
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En la campaña, mientras Bolsonaro se recupera de la puñalada recibida, Mourão adoptó la retórica de su aliado. En un discurso, aseguró que muchos de los problemas sociales se dan a partir de familias "disociadas", donde "no hay padre ni abuelo", sino "madres y abuelas".
"Por eso se vuelve una fábrica de elementos desajustados y que tienden a ingresar en narcocuadrillas que afectan a nuestro país", agregó.
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Para Mourão, esta diplomacia fue "juntarse con toda la 'mulambada' del otro lado del océano y de este", un término despectivo para las personas sucias y desaliñadas. Según el vice de Bolsonaro, este proceso solo derivó en "deudas". En cambio, propuso "acuerdos bilaterales con grandes mercados".