"Mi único pecado son las ejecuciones extrajudiciales. ¿Cuál es mi pecado? ¿Robar? ¿Enjuicié a alguien a quien encarcelé?", habría declarado Duterte durante un discurso en el Palacio de Malacañán, de acuerdo al comunicado enviado por la oficina presidencial.
Sea como fuere, el mensaje de Duterte sobre las supuestas muertes extrajudiciales y el "único pecado" del mandatario vuelven a cargar de motivos a organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, que ya solicitó acciones legales contra Duterte y una investigación internacional.
"Son miles los asesinatos y las violaciones de derechos humanos en nombre de la guerra contra las drogas", dice Amnistía. La misma guerra contra las drogas que el Gobierno filipino espera seguir aplicando hasta 2022, cuando finaliza el mandato del hasta ahora presidente.
La Corte Penal Internacional estudia actualmente dos denuncias contra el líder filipino y espera averiguar si esas ejecuciones constituyen efectivamente un delito de lesa humanidad, a lo que Duterte respondió retirando al país de la organización.
Más: Duterte compara el sexo con preservativo con comer bombones sin quitarles el envoltorio
Las declaraciones fuera de tono son ya un clásico de Duterte. Son famosas sus fuertes y hasta obscenas declaraciones contra varios políticos y diplomáticos extranjeros.