Durante los últimos días diferentes funcionarios del Gobierno del presidente, Pedro Sánchez, han enviado señales de acercamiento de posturas respecto a las autoridades catalanas que están a favor de la independencia, y en especial a las fuerzas políticas a las que pertenecen los políticos que están encarcelados debido al referéndum bajo cargos de rebelión y malversación de fondos.
En este sentido, desde Canadá, Sánchez habló de tener una mayor empatía con Cataluña y llamó a un acercamiento. Mientras, y en esa misma línea, hace pocos días la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, se expresó a favor de un indulto a los políticos independentistas que se encuentran en prisión.
Un concepto que secunda la consellera del distrito de Sant Andreu, Ximena Gadea, al indicar que para ser indultado, hay que aceptar que se ha cometido un delito, "y aquí no se ha cometido ningún delito", explica.
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Consultada acerca de en qué punto ubican el inicio del actual proceso independentista, Gadea responde que en el año 2010, "cuando Cataluña vota un estatuto que no es respetado por el Gobierno central, a pesar de que el presidente socialista (José Luis Rodríguez) Zapatero" hizo unas declaraciones públicas en las que apoyaba dicho estatuto, sostiene la consellera, al indicar que el documento "'se recorta' con cosas (basadas en estatutos) de otras comunidades autónomas (…) Entonces, hay un problema de agravio", sostiene la consellera de Sant Andreu.
Mientras, el martes 25 de septiembre vio la luz el libro "La crisi catalana. Una oportunitat per a Europa" ('La crisis catalana. Una oportunidad para Europa') que plasma cómo piensa sortear esta situación el 'expresident'. El libro es producto de largas conversaciones con el periodista Olivier Mouton, según publica el periódico La Vanguardia.

El artículo incide en que la propuesta de Puigdemont es negociar una "transición constructiva entre este statu quo y la fórmula final, tanto si es la independencia como si no lo es". A su juicio, se verían también "los efectos positivos de una opción federal en lo que respecta a las instituciones, la financiación, la lengua, la cultura…".
"Yo me tengo que leer el libro, porque no me lo creo", dice Chacón, mientras Gadea incide en que "el 1 de Octubre (de 2017) marca un punto de inflexión en que no se puede volver 'a pantallas pasadas' de la historia de Cataluña".
"Me cuesta creer que Puigdemont retroceda y entre en su cabeza un Estado federal. Puigdemont nació 'indepe', yo no nací independentista, pero él nació independentista. Yo creo que esa es la gran diferencia. Tendría que leer el libro y saber que lo ha dicho él, si es que dice eso", dice desconfiada la consellera de Ciutat Vella.
Consultadas sobre cómo les parece que seguirá esta situación de aquí en adelante, María José Chacón opina que "la gente nos vamos volviendo cada vez más extremistas (…) Yo no nací independentista, me hice con el tiempo, y me va volviendo al extremo. Y supongo que en el otro bando pasará lo mismo". En tanto, Ximena Gadea expresa que "para mí, el despertar de la gente (…) ya es positivo. ¿Cómo sigue? Siguiendo el mandato del pueblo", concluye.
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