El 17 de septiembre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, acordaron establecer para el 15 de octubre una zona desmilitarizada en Idlib, en la línea que separa a la oposición armada de las tropas sirias. La zona será controlada por las fuerzas turcas y la policía militar rusa.
"Luego se pasaría a la tercera etapa, la del traspaso de funciones a las instituciones del Estado que volverían [a Idlib] hasta finales del presente año", añade el periódico.
Los grupos que se nieguen a abandonar las zonas residenciales y entregar las armas pesadas serán considerados terroristas, para que todos, incluyendo el Ejército turco, tengan la obligación de combatirles.
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