Fue el primer gran acercamiento con el mundo árabe desde la creación el Estado de Israel en 1948. Hasta entonces ambos países habían estado en guerra intermitentemente.
"No ha habido otra entre Egipto e Israel, en ese sentido ha sido exitoso", concluye Caro, de la Universidad de Desarrollo de Chile.
Sin embargo, el tratado quedó inconcluso al no poder saldar los otros aspectos que incluía, como el derecho palestino a la autodeterminación, lo cual a su vez es uno de los factores que impiden que el resto de los países árabes, principalmente de Oriente Medio, reconozcan a Israel como Estado.
En los tres casos, el presidente de la potencia norteamericana era del partido demócrata: Jimmy Carter en 1978, Bill Clinton en 1993 y el mencionado Obama. Y en los tres casos fueron sucedidos por republicanos: Ronald Reagan, George Bush y Donald Trump.
Sobre los anuncios de una propuesta de paz para la región que presentará Washigton en breve, Caro dijo que no le ve "muchas opciones porque EEUU ha quitado toda la ayuda a los refugiados palestinos, ha trasladado su embajada a Jerusalén, y como que ha perdido esa capacidad de negociación que tenía por lo menos durante Obama".
Al ser consultado si otra potencia debería ocupar ese lugar o si la clave está en apostar a un diálogo directo entre las partes como en el caso de las dos Coreas, opinó que "podría ser Rusia una potencia importante para favorecer un proceso de paz junto con la UE".
En cualquiera de los casos, "tendría que haber una cambio en los liderazgos más proclives a entendimientos pacíficos", tanto de palestinos como de israelíes.
Esta polarización se da porque en 2006 gana las elecciones palestinas Hamas y del lado israelíy luego llega Benjamín Netanyahu, con un gobierno de derecha y extrema derecha que ha llevado a leyes como que Israel es una "nación judía".