"El nuevo radar, que podría instalarse en vehículos aéreos no tripulados, es capaz de determinar el grosor de los hielos, su tipo y trayectoria de movimiento, y observar la situación meteorológica", recalcó.
Kuziuk explicó que el radar ártico es muy oportuno porque hasta el momento Rusia no tiene radares producidos en serie para reconocer la situación de los campos de hielo y seguir la deriva de los icebergs.
"Como consecuencia, disminuye la eficacia de las operaciones de búsqueda y salvamento, se complican los trabajos de prospección geológica y decae la seguridad de navegación en las rutas árticas", precisó.
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El nuevo radar, además, puede brindar apoyo informativo a las operaciones de salvamento y llevar a cabo observación ecológica de la plataforma continental del Ártico, agregó el director general del consorcio RTI.