"En cuánto a la intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro, no debemos descartar ninguna opción", dijo Almagro, según declaraciones tomadas en Cúcuta (nordeste, frontera con Venezuela) por el corresponsal del diario colombiano El Tiempo.
Sin embargo, precisó que antes de pensar en una intervención militar, "las acciones diplomáticas están en primer lugar".
Almagro lideró en Cúcuta una comisión de la OEA encargada de elaborar un informe que incluirá una definición de mecanismos de cooperación que puedan ser destinados a Colombia como país receptor de inmigrantes venezolanos.
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Colombia es el primer lugar que visita el equipo técnico de la OEA y que también viajará a las fronteras de los otros países receptores de migrantes venezolanos, como Perú, Ecuador y Brasil, para definir una serie de ayudas económicas para hacer frente a la alta inmigración.
"Llegamos a Cúcuta a revisar la situación humanitaria, porque esta región es el reflejo de las mentiras del régimen; acá se ejemplifica el hambre, la miseria y la represión que genera la dictadura venezolana", indicó Almagro, quien termina su visita a Colombia.
Durante la visita de la comisión a Cúcuta, el gobernador del departamento de Norte de Santander (nordeste), William Villamizar, reveló que a través de los 2.200 kilómetros de frontera entre ambos países han pasado cerca de 20 millones de venezolanos en los últimos cinco años. De estos, de los cuales tres millones se han quedado en el país.
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La cifra contrasta con la anunciada hace pocas semanas por la estatal Migración Colombia, que sostiene que alrededor de 1,3 millones de venezolanos permanecen en el país, entre legales e ilegales, pese a lo cual no se han registrado protestas ni brotes xenófobos contra los inmigrantes como sí han ocurrido ya en Brasil, por lo que el Gobierno central ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atender la contingencia.
