Solo un 26% de los solicitantes planea organizar una producción agrícola en su hectárea gratis, según los datos del Ministerio ruso de Agricultura. Eso quiere decir que la mayoría restante baraja otros usos para sus tierras.
Este emprendedor logró recibir una isla entera situada en el mar de Japón (conocido también como mar del Este). A pesar de tener experiencia en el sector bancario y no en el turístico, Narek optó por crear una agencia de eventos especializada en 'Robinsonadas' —viajes semisalvajes destinados a experimentar la naturaleza, inspirados por la famosa novela de Daniel Defoe—.
"Es una oferta única para Rusia y, francamente, para el mundo también. Al menos aquí no veo ninguna competencia. Es una verdadera isla, no hay gente, hay bosques salvajes, playas y un buen clima en verano. Y todo a unos 300 metros del continente", explicó el 'hectáreano', como suelen llamarse los solicitantes de las tierras gratuitas.
Oganesián finalizó los trámites de posesión tan solo el marzo pasado, así que esta temporada no pudo organizar ningún viaje. No obstante, no perdió tiempo y se ocupó de la promoción del inusual servicio, por lo que creó una página web básica (disponible en ruso) para acumular solicitudes.
Hasta la fecha, afirma haber recibido unas 3.500 peticiones, algo suficiente "para varias temporadas".
Otro enfoque que Oganesián está tomando en cuenta es la limpieza. Su plan de negocios, aprobado por el Ministerio del Desarrollo del Lejano Oriente, prevé el control de los desechos y el uso de contenedores especiales para quemar la basura.
Así, de la noche a la mañana, un empleado bancario moscovita se convirtió en dueño de una isla privada a una distancia de más de 6.000 kilómetros de su casa.
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