"El presidente Donald Trump y su administración están monitoreando múltiples tormentas, incluidas Florence, Olivia, Mangkut e Isaac, y el presidente ha movilizado al Gobierno federal para apoyar los esfuerzos de respuesta", indica el texto de prensa publicado en la web de la Presidencia estadounidense.
Con esa medida, el Departamento de Seguridad Interna y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) tendrán más autorización para brindar asistencia en áreas afectadas por estos fenómenos naturales.
Más de 4.000 empleados federales, incluyendo un número superior a 1.000 de FEMA, están trabajando para brindar apoyo y respuesta.
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Equipos federales han sido dispuestos para respaldar las operaciones, entre ellos dos grupos de los cuerpos de ingenieros de la Armada, cinco de asistencia médica por desastre del Departamento de Salud y Servicios Humanos, siete de apoyo en el manejo de incidentes de FEMA y 16 de búsqueda y rescate de ese mismo Departamento de Seguridad Interna.
El Departamento de Manejo de Emergencias de Virginia informó en Twitter que las comunidades del suroeste del estado deben prepararse para entre 101 y 152 milímetros de lluvia cuando Florence alcance la región el 16 y 17 de septiembre.
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El Centro Nacional de Huracanes (CNH) informó que se prevé que Florence, uno de los huracanes más fuertes de los que amenazan en este momento a EEUU y que se traslada con vientos sostenidos de 165 kilómetros por hora, se mueva a través del oeste de Carolina del Sur el próximo domingo, por el oeste de Carolina del Norte y el este de Tennessee (sur) el lunes que viene.
Sin embargo, agregó que "luego de que el sistema toque tierra se espera un debilitamiento rápido del campo de vientos del núcleo central" del ciclón.
Además, se espera que "lluvias intensas se desarrollen en aguas del Atlántico y continúen moviéndose a lo largo de la costa y tierra adentro, probablemente produciendo fuertes ráfagas de viento hasta el sábado de noche".
En los estados de Virginia y Carolina del Sur, los gobiernos locales han ordenado evacuación obligatoria en algunas áreas costeras.