"Ya no saben que van a decir en EEUU de los mal llamados "ataques sónicos"; primero acusaron a Cuba, después involucraron a los chinos y ahora quieren enredar a los rusos. Ni enseñan pruebas ni dejan que los demás confirmen los daños de salud a su gente", expresó a Sputnik el profesor universitario habanero Juan Carlos Gutiérrez.
Las reacciones se produjeron aquí después que se conoció un artículo publicado la víspera por la cadena noticiosa estadounidense NBC News, donde acusa explícitamente a Rusia como responsable de estos supuestos ataques, sin citar fuentes concretas.
Por su parte, el director general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, calificó de "juego peligroso" la publicación de NBC News.
"El artículo de NBC se presta a un juego peligroso. Insinuar conspiraciones de terceros países en Cuba sin evidencias o fundamento, citando fuentes sin nombres e inventando intrigas", escribió Fernández de Cossío en la red social Twitter.
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Por su parte, el gobierno norteamericano fue más cauto al referirse al tema, y en un comunicado emitido por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aseguró que "la investigación continúa. No hemos decidido quién o qué es responsable de los ataques de salud".
EEUU alega que 26 diplomáticos de su país acreditados en La Habana sufren de severos daños de salud, a consecuencia de supuestos ataques "sónicos" ocurridos en Cuba entre noviembre de 2016 y febrero de 2017.
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En entrevista concedida a Sputnik el pasado 11 de septiembre, el analista cubano de temas internacionales Sergio Alejandro Gómez, afirmó que "EEUU no ha presentado una sola evidencia concreta de ninguna de sus teorías, que en menos de dos años han pasado por ataques acústicos, virus, conmociones cerebrales y ahora las microondas".
Gómez calificó las acusaciones de supuestos ataques sónicos como una "historia absurda y sin sentido", y como "una burda manipulación que se está utilizando para justificar una política que no conviene a nadie, o mejor, que solo le interesa a un pequeño grupo político en el estado de Florida, muy interesado políticamente, que ha hecho carrera y fortuna en EEUU, gracias al conflicto contra Cuba".