Según los ministros, la posibilidad de que la oposición siria gane la guerra civil "es extremadamente limitada", mientras que la victoria de las fuerzas progubernamentales "es inminente". No obstante, los funcionarios opinan que "la inherente inestabilidad" en este país árabe no permitirá alcanzar una paz duradera.
Aparte de financiar a la llamada oposición moderada, los Países Bajos invirtieron recursos en las fuerzas policiales y en las actividades de los polémicos Cascos Blancos, que se autodenominan como 'un servicio de rescate civil'. La financiación a la oposición y los policías ha sido frenada inmediatamente mientras que el apoyo a los Cascos Blancos dejará de brindarse en diciembre de 2018.
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No obstante, las autoridades holandesas aseguran que continuarán apoyando al pueblo sirio, "lo que será extremadamente necesario" en un futuro próximo, comunicaron los ministros citados por los medios locales.
En esta región se encuentran tanto opositores dispuestos a negociar con las autoridades como terroristas de diferentes grupos radicales presentes en Siria. Las tropas de Damasco, apoyadas por Rusia, barajan lanzar una ofensiva para liberar la provincia.
Varios Gobiernos han expresado su preocupación por las posibles consecuencias de una operación militar en la zona y llamaron a detener la ofensiva. A su vez, las autoridades sirias afirman estar dispuestos a negociar con las partes que lo quieran, aunque no consideran oportuno dejar que los extremistas actúen en Idlib impunes.
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