"La presencia de militares turcos en esa región es quizá la única garantía de que allí no comenzará una operación militar porque la Fuerza Aeroespacial rusa y las fuerzas del régimen (del presidente sirio, Bashar Asad) no emprenderán ofensiva alguna mientras estén presentes los militares turcos", aseguró Kalin en un artículo que publica el diario Daily Sabah.
"Idlib es una mina de acción retardada, cualquier ataque contra esa provincia siria no traerá sino muerte y destrucciones, lo que provocaría una nueva ola migratoria hacia Turquía y de allí hacia Europa", subrayó el portavoz del presidente turco.
El Gobierno de Siria declaró en julio que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib si los grupos armados que la controlan desde 2015 rechazan las condiciones de paz de Damasco.
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Conforme a los acuerdos con Damasco, los combatientes que se negaban a rendirse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, se fueron trasladando gradualmente a Idlib, que desde 2017 forma parte de una zona de distensión patrocinada por Turquía.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.