Hernández fue consejero presidencial para Política de Hábitat y Ambiente en el primer gabinete de Moreno, pero decidió dejar su puesto tres meses después.
"Mientras que la revolución ciudadana había tomado como eje el servicio a las grandes mayorías del país, que habían sido golpeadas por el neoliberalismo y por una democracia decadente, este Gobierno desde el inicio dio muestras de buscar un pacto oligárquico con los grandes grupos de poder", denunció.
En el área en la cual Hernández se desempeñaba existía "demasiada ineptitud e irresponsabilidad" respecto de las promesas que se habían hecho durante la campaña, se quejó Hernández.
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Durante la campaña de Moreno se prometió construir 125.000 viviendas para las familias más pobres, pero "no había voluntad política para llevarlo a cabo", aseguró.
"A Moreno no le interesaba cumplir su promesa electoral y el tiempo me está dando la razón, ha pasado más de un año y en él se deberían haber construido 50.000 viviendas, pero hasta al momento solo se hicieron 2.000", agregó.
Moreno, quien fue vicepresidente de Correa y es de su mismo partido, fue elegido con la promesa de continuar la "revolución ciudadana", pero lo que ha hecho es respetar "la agenda de los grupos de poder y de los organismos internacionales", dijo Hernández.
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En su opinión, la situación económica del país es "muy complicada", mientras se empiezan a seguir las instrucciones del Fondo Monetario Internacional.
Se ha buscado eliminar la inversión estatal y se ha "trasladado el peso de la crisis al sector popular", aseveró.
"En Ecuador el presupuesto del Estado está en torno de los 30.000 millones de dólares, mientras tanto Moreno le sigue perdonando 4.000 millones de dólares a los grupos de poder", dijo.
Régimen de facto
Hernández sostiene que "Ecuador está ante un régimen de facto", ya que en su opinión el Gobierno de Moreno "modificó" la estructura constitucional e institucional del país y estableció mecanismos de "persecución política" contra Correa para impedirle volver a postularse.
La brecha se hizo patente con la división del partido gobernante, Alianza País, impulsada por Correa, que sin embargo perdió el derecho a mantener el nombre del movimiento que creó.
El sector que sigue a Correa no ha podido participar en el marco democrático, ya que se le "arrebató de manera ilegal" el nombre Alianza País y se les negó la posibilidad de inscribirse como Revolución Ciudadana o como Movimiento Acuerdo Nacional, se quejó Hernández.
"¿De qué democracia podemos hablar si ni siquiera nosotros, que tenemos todos los requisitos, tenemos la posibilidad de participar?", cuestionó.
Virgilio Hernández fue delegado constituyente en 2007 y 2008 asambleísta por Alianza País entre 2009 y 2017; ocupó el cargo de consejero presidencial de Hábitat y Ambiente durante los primeros meses del Gobierno de Moreno y anunció su renuncia el 25 de agosto del año pasado.