Está previsto que el ministro italiano de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi, se reúna con el ministro ruso de Industria y Comercio, Denis Manturov, en el foro La inteligencia en el mundo, en Europa y en Italia ('Intelligence on the world, Europe and Italy') que organiza la Casa Europea Ambrosetti en Cernobbio el 7 de septiembre.
Los dos ministros asistirán a la sesión inaugural de la 44 edición del foro en Villa d'Este, dedicada a los desafíos globales del futuro y lo impactos en la economía, para luego celebrar una reunión privada en la que discutirán las perspectivas de una mejor interacción comercial entre ambos países.
En vísperas del encuentro entre los dos ministros, el tema ya ocupó un lugar destacado en el pabellón italiano de la feria Collection Premiere Moscow, donde, gracias a Moda Italia, 108 marcas del país europeo han podido presentar sus últimas colecciones de la primavera-verano 2018-2019 a los distribuidores rusos. Como explica el embajador italiano en Moscú, Pasquale Terracciano, Italia tiene una posición privilegiada en el sector de la moda en Rusia porque solo le supera China. Ha recuperado una cuota de mercado que alcanza el 10%, nivel anterior a la crisis.
"El panorama es muy alentador, pero siguen existiendo dificultades burocráticas, por lo que intentaremos impulsar la iniciativa del corredor verde para desburocratizar las prácticas aduaneras. Se trata de un programa que ya ha comenzado pero que aún se encuentra en fase experimental. Durante la reunión bilateral en Cernobbio entre los ministros Moavero y Manturov (…) sin duda la cuestión de los corredores verdes será un tema que se debatirá y que luego se analizará en la próxima reunión del Consejo Italo-Ruso de Cooperación Económica, Financiera e Industrial", explica Terracciano.
Pierpaolo Celeste, director de la oficina en Moscú de la agencia italiana de promoción comercial ICE, explica a Sputnik en qué cosiste el corredor verde.
"Son controles de empresas italianas realizados en Italia y garantizados y certificados por la aduana italiana. Se trata de un programa muy experimental, pero creemos que vale la pena. Consiste en someter al producto [italiano] a ciertos controles para luego colocarlo en un contenedor que posteriormente se cierra habiendo realizado todos los procedimientos pertinentes. El producto llega a Rusia y ya no se controla porque el control se ha realizado conforme a la aduana italiana", explica.
"Debemos batir el récord de 2017 del millón de euros de productos italianos vendidos por hora. Queremos superar esa cifra. Hasta ahora han sido positivas (…) Las empresas italianas no están asustadas y no están abandonando Rusia", concluye Celeste.
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