"EEUU está llevando una guerra económica con un 10% de todas las naciones del planeta, que cuentan con una población total de 2 billones de personas y un PIB conjunto de unos 15 billones de dólares", resume Gal Luft, codirector del Instituto de Análisis de la Seguridad Global en un artículo para el medio CNBC.
Estos conflictos económicos incluyen tanto a países oficialmente sancionados por EEUU, como Rusia, Irán, Venezuela, Corea del Norte y otros, como los que están involucrados en contiendas comerciales con Washington, como China y Turquía.
EEUU cree tener una justificación para cada una de sus medidas económicas, desde "la violación de los derechos humanos" y "terrorismo" a la proliferación nuclear y prácticas comerciales 'injustas'.
Este compromiso inquebrantable de EEUU de "luchar contra todo lo malo del mundo" ha llevado a estos Gobiernos e individuos a formar una masa crítica: están juntando esfuerzos para crear un sistema financiera paralelo, fuera del alcance de Washington.
"De realizarse estos planes, su impacto en la postura global de EEUU será transformador", advierte.
Un pilar muy fuerte
Cualquier transacción hecha en dólares o mediante un banco estadounidense entra dentro de la jurisdicción de EEUU, así que en caso de restricciones unilaterales, la elección para los socios de la entidad sancionada es simple: dejar de comerciar con el blanco de las sanciones o quedarse al margen de la mayor economía del mundo y de la moneda internacional.
Algo que pocos bancos o empresas o bancos tienen el lujo de permitirse, señala Luft.
Un frente en crecimiento
Para "las naciones que buscan desafiar la hegemonía de EEUU, como Rusia y China", esto es una amenaza para la soberanía económica, sostiene el autor. Por eso, ambos países ya tienen sus propios análogos del sistema interbancario SWIFT y han ido persuadiendo a sus socios a abandonar el dólar en el comercio internacional.
El grupo de los BRICS llamó a combatir la hegemonía del dólar y exhortó a varios países a que apoyen la iniciativa, entre ellos Turquía, Jamaica, Indonesia, Egipto y Argentina.
Energía, la base del dólar
Es esta demanda la que facilitó el uso de los dólares en el comercio de otros bienes y aseguró el futuro de la moneda estadounidense, permitiendo a Washington financiar todos sus crecientes déficits, opina el autor.
Pero esta época está llegando a su fin. La 'alianza anti-dólar' incluye a varios importantes exportadores de mercancías que ya no creen que sus productos tienen que valorarse en dólares y ya lo están esquivando.
Así, en los años venideros, el dólar sufrirá varios ataques contra su supremacía, sobre todo en el mercado energético. Cualquier mercancía 'desconectada' del dólar tendrá repercusiones escalonadas en la posición de EEUU en el extranjero, pronostica Luft.
Ejemplo: Irán e Irak renuncian al dólar en el comercio bilateral
"Con el estado de la economía de EEUU y la fortaleza del dólar en comparación con las monedas rusa, china, turca e iraní, es fácil descartar las acciones de los 'revisionistas'", admite el autor.
Una de cada cuatro personas del planeta vive en un país que quiere acabar con la hegemonía del dólar. "Prevenirlo debería ser la mayor prioridad nacional de EEUU", concluye el experto.
Radio: Cada vez más países quieren deshacerse de la dependencia de la divisa estadounidense