El documento interno de la ONU está fechado en octubre de 2017 y está destinado a todas las estructuras de la organización que trabajan en Siria.
"Solo después de la implementación de una transición política genuina e integral, la ONU estará lista para promover la reconstrucción [de Siria]", dice el texto de la directiva.
El documento también señala que la ONU no participará en proyectos para restaurar la economía siria, solo si se trata de asistencia humanitaria por el bien de salvar vidas y garantizar las necesidades humanas básicas.
"Las medidas de desarrollo o recuperación que van más allá de estos límites deberían reflejarse en otros mecanismos", se subraya en el texto. Al mismo tiempo, las prioridades de la ayuda deben tener su base en las necesidades de la población, no del Gobierno.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, informó en agosto de la existencia de una directiva secreta que prohíbe a las entidades de la ONU participar en el restablecimiento de la economía siria.
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En aquel momento, hizo hincapié en que los intentos de los distintos países de manipular a la Secretaría de la ONU son inaceptables y también instó a los socios occidentales a renunciar a sus intenciones de utilizar las organizaciones internacionales para sus propios fines.