En una rueda de prensa la diplomática recordó que "para octubre-noviembre en el territorio de Noruega, en el mar Báltico y en el Atlántico norte están previstos los mayores de los últimos 16 años ejercicios militares de las fuerzas unidas de la OTAN".
"Esta ostentación del potencial de fuerza militar tendrá lugar en la proximidad inmediata de las fronteras rusas y tiene clara orientación antirrusa", dijo.
Durante las maniobras, precisó, se prevé "afianzar las capacidades de llevar a cabo operaciones de defensa y, lo que es crucial, de ofensiva en latitudes septentrionales en un conflicto 'de alta intensidad con un rival comparable'".
El militar noruego indicó que los simulacros "se discutieron de antemano en el Consejo Rusia-OTAN", y además "Rusia fue invitada para observar estos ejercicios".
Esta iniciativa fue aprobada por los países de la OTAN en respuesta a la reincorporación de Crimea al territorio ruso y los eventos en el este de Ucrania en 2014 para "contener las acciones agresivas de Rusia" y garantizar seguridad a los aliados.
Moscú considera que las acusaciones de la Alianza Atlántica carecen de fundamento real, al no existir acción agresiva alguna por parte de Rusia.