El país teutón no solamente produce más vehículos que otros países europeos, sino también los suministra en gran número a EEUU. Así, en 2017, un 29% de los automóviles europeos fueron importados a Estados Unidos.
Desde finales de junio de 2018, la amenaza de aranceles elevados empezó a disminuir, y los europeos aparentemente pudieron conseguir un consenso. Sin embargo, por ahora dicha amenaza se ve demorada, pero no desaparecida por completo.
Te puede interesar: Cómo y para qué busca Trump quebrar la Unión Europea
La industria automotriz, por su parte, desempeña un papel principal en el sector productivo de la economía europea. Así, esta industria representa alrededor de un 7% del PIB europeo y crea más de 12 millones de puestos de trabajo.
El segundo exportador en Europa de autos a EEUU es el Reino Unido. No obstante, es probable que Washington no incluya al país en la lista de sanciones económicas, ya que este no se encuentra en la UE tras el Brexit. Es decir, en este caso Londres se hallaría en una situación mucho más favorable.
Además: La presión unilateral de Washington está poniendo a prueba la paciencia europea
Para evitar la catástrofe, Europa ya se muestra interesada en colaborar con otros mercados automotrices del mundo. La Comisión Europea ya tiene firmados acuerdos con Japón y Corea del Sur, unos de los mayores productores de vehículos. Además, Bruselas está dispuesta a bajarle los aranceles a América del Sur y Australia.