Según declaró uno de los encargados del estudio, Andrew Belmont, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, "todavía no entendemos por qué el ADN está ubicado en el núcleo de tal manera". Al mismo tiempo, subrayó que incluso un pequeño cambio en la ubicación del cromosoma —de tan solo varios cientos de nanómetros— puede influir en el nivel de actividad de los genes.
El biólogo afirmó que su equipo logró examinar la ubicación de los genes vitales en el genoma por primera vez en la historia. Durante el estudio, los biólogos estadounidenses y holandeses cambiaron el genoma de tal modo que los llamados 'speckles' (moteados) —las infraestructuras del RNA y los proteínas en forma de globo que dividen los hilos del 'ovillo genético'— empezaron a acumular las moléculas de la enzima denominada la peroxidasa de rábano (PHR), la cual es capaz de 'iluminar' los cromosomas a través de la oxidación de algunos compuestos orgánicos, además de marcar los genes determinados con la ayuda de la molécula de tiramina.
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Belmont informó que los investigadores obtuvieron las imágenes 3D de los cromosomas ubicados en los núcleos de las células cancerosas. Según el científico, el análisis de las imágenes demostró que la actividad de los genes no depende de su ubicación relativa al núcleo.
En realidad, los genes más activos se encuentran cerca de los 'speckles' y otras cavidades.