En una declaración con motivo del quinto aniversario del ataque de gas en Guta Oriental, EEUU, el Reino Unido y Francia llamaron a los partidarios del presidente sirio, Bashar Asad, a utilizar su influencia para poner fin al uso incontrolado de armas químicas en el mundo.
La Cancillería lamentó que Washington, Londres y París hayan aprovechado un tema tan delicado para los sirios para promover su política enfocada en desacreditar a Asad.
Destacó que para promover la política de destrucción varios países de Occidente y de Oriente Medio recurren a todos los medios, incluso a la provocación organizada por los terroristas y las ONG como Cascos Blancos en Guta Oriental.
Siria se unió a la Convención sobre las Armas Químicas después de que el 21 de agosto de 2013 en el arrabal damasceno de Guta Oriental varios centenares de personas murieran en un ataque químico.
Su renuncia a las armas químicas fue resultado de un acuerdo de EEUU y Rusia sobre la destrucción de esos arsenales bajo control de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), lo cual permitió evitar la intervención de Estados Unidos en Siria y le granjeó a la organización el Premio Nobel de la Paz en 2013.
Las armas químicas fueron evacuadas del territorio sirio y en enero de 2016 la OPAQ anunció su total destrucción.