"Al día siguiente entraron 800 personas (…) los demás días los flujos volvieron a funcionar y la situación está normal; hay un cierto recelo, pero las personas están entrando", dijo en una entrevista con Sputnik el coronel Antonio Zanatta, portavoz de la Operación Acogida, organizada por el Gobierno, las Fuerzas Armadas y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la zona norteña y fronteriza con Venezuela.
El pasado 18 de agosto un grupo de brasileños atacó a cientos de venezolanos que acampaban en esta ciudad fronteriza de Pacaraima del estado de Roraima y quemaron sus tiendas de campaña y pertenencias.
Unas 1.200 personas cruzaron la frontera de vuelta a Venezuela asustadas por la agresión que se produjo como represalia después de un supuesto robo de venezolanos a un comerciante local.
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La Operación Acogida se puso en marcha en marzo, y poco después se empezaron a montar las tiendas de campaña donde actualmente trabajan algo más de 200 personas.
Son 150 militares y alrededor de un centenar civiles, personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de diversos organismos del Gobierno brasileño dedicados a la asistencia social.
En este lugar los venezolanos reciben vacunas, se registran ante la Policía Federal y tramitan sus peticiones de residencia temporal o de refugio.
"La operación continúa y no tiene plazo para acabar, la previsión es hasta marzo del año que viene, luego dependerá del nuevo presidente (que surja de las elecciones de octubre), pero si no hay ningún factor que cambie el escenario mundial la operación se mantendrá", dijo el coronel Zanatta.
Entre 2017 y lo que va de 2018 algo más de 127.000 venezolanos ingresaron a Brasil, pero casi 69.000 ya dejaron el país en busca de otros destinos.
Las autoridades temen que el flujo aumente a medida que otros países empiezan a dificultar los requisitos de entrada.
Por el momento el Gobierno brasileño pretende mantener la frontera totalmente abierta y resiste las presiones y reclamos en ese sentido de la gobernación de Roraima.