"Se han dado escenarios quizás de alteración social con algunos brotes de hechos xenófobos que sin duda preocupan porque en realidad estamos hablando de una batalla de pobres contra pobres que sin duda es también un elemento que tiene que llamar la preocupación", dijo Caggiani, vicepresidente del Parlamento del Mercado Común del Sur (Parlasur).
El brote de xenofobia, posterior al robo sufrido por un comerciante brasileño, provocó una reunión de emergencia del Gobierno brasileño y la queja de la Cancillería de Venezuela, que pidió protección para sus ciudadanos.
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El Parlasur aprobó el envío de una misión oficial a la frontera venezolana con Colombia y con Brasil, "a fin de relevar la situación migratoria de los venezolanos en la región", pero sin precisar la fecha.
El objetivo de la misión es hacerse presente en las comunidades, "tratar de entender el fenómeno migratorio, poder conversar con las autoridades de ambos países", para conocer "cuáles son las problemáticas" y analizar "cuáles son los canales institucionales que se pueden establecer" para mejorar la situación, dijo.
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Para el legislador, que pertenece al sector del expresidente José Mujica (2010-2015) del gobernante Frente Amplio de Uruguay (izquierda), la migración es un derecho humano que "en situaciones de mucha precariedad" puede ser motivo "de aprovechamiento de algunos carteles o algunas mafias que terminan teniendo beneficio económico".
Pero el flujo se intensificó en las últimas semanas y se estima que solo en Colombia hay más de un millón de inmigrantes venezolanos recién arribados, mientras a Ecuador llegaban la semana pasada más de 5.000 personas por día.
También están recibiendo importantes contingentes de venezolanos Chile, Perú, Argentina, Panamá y Uruguay.
