La llegada de Francisco a Dublín —la primera visita de un pontífice desde 1979— está marcada marcado por fuertes polémicas, como los reclamos de las víctimas de abuso clerical, la relación de la Iglesia con la explotación laboral sistemática de mujeres internadas en reformatorios o la usurpación de niños nacidos de madres solteras en asilos manejados por monjas.
Sin embargo, también hay quienes encuentran una veta de negocio, a la luz de una insólita campaña publicitaria. Paddy Power, una cadena nacional de casas de apuestas, instaló en una calle de la capital irlandesa un confesionario con el mismo aspecto exterior que el que se podría encontrar en cualquier iglesia católica, salvo por sus dimensiones: 13 x 26 x 12 metros.
El tamaño está pensado, jocosamente, "para que sea lo suficientemente grandes como para contener el espectro completo del pecado y proveer un acceso directo a la salvación eterna para los católicos irlandeses" alejados de la institución.
Según una encuesta citada por la firma, más de un cuarto de los irlandeses —una nación considerada tradicionalmente católica— no se habían confesado en los últimos 10 (o más) años. Un 29% afirmó que pasó tanto tiempo desde su última confesión que no se acuerdan de cuándo fue.
Para que los creyentes participen en la Eucaristía, en teoría es necesario haber realizado la confesión de los pecados previamente ante un sacerdote.
Ahead of @Pontifex's visit this weekend, we thought we'd erect a drive-thru confession box, to enable the people of Ireland to repent decades of sins in mere seconds… pic.twitter.com/gln9vUDbMB
— Paddy Power (@paddypower) 20 de agosto de 2018
"El confesionario automático hará que los conductores puedan quedar libres de pecados y puedan observar la misa del papa sin ninguna culpa católica", bromea la empresa en un comunicado.
En el país de San Patricio, la Iglesia católica ha tenido un poder considerable en la educación o en la sanidad. Aunque más de un 75% de los irlandeses se hayan identificado como católicos en el último censo, en los últimos años el país adoptó medidas que contrarían al Vaticano.
En la práctica, este texto permitía al Estado penalizar a las mujeres que se realizaban un aborto. Un 62% de los votantes se mostró en contra de esta medida, introducida por otro referéndum exitoso en 1983. En 2015, el voto popular también consolidó en el país el matrimonio entre personas del mismo sexo, incluyendo en la Constitución este derecho.
En este escenario, la campaña titulada "De pecador a ganador" quizás pueda herir la sensibilidad de algunos, pero no resulta del todo tirada de los pelos. Paddy Power se aprovecha del cambio de una nación anteriormente religiosa para promocionarse.
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"Si la jerarquía católica tiene algo que quiera sacarse de encima también, son más que bienvenidos a pasarse por nuestro gran confesionario autoservicio mientras estén por acá", concluye un portavoz de la casa de apuestas.