El cargamento compuesto de 50 cuernos de rinocerontes, hallado el 13 de agosto, tenía como destino la ciudad vietnamita de Hanói.
Además de los cuernos, en los contenedores fueron encontrados nueve cadáveres de animales carnívoros.
El comercio de cuernos de rinocerontes está prohibido a nivel internacional por la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) aprobada en 1977.
No obstante, los traficantes continúan suministrando este producto a algunos países asiáticos donde lo utilizan en su medicina tradicional a pesar de que no hay ninguna prueba de que tenga cualquier utilidad terapéutica.