El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashenkov, informó que desde principios de julio han sido derribados un total de 45 drones cargados con explosivos. Solo tres días antes de la demostración, fueron desactivados cinco de estos aparatos.
"A pesar de su apariencia casera, estos dispositivos son ensamblados siguiendo todas las reglas, con conocimiento de aerodinámica y de sistemas de control automatizado", afirmó el alto funcionario.
Uno de los drones tenía una envergadura de hasta 3,5 metros, podía volar más de 100 kilómetros a una altitud de 3.500 metros y llevar hasta diez artefactos explosivos. Al acercarse a la base aérea, algunos drones maniobran horizontal y verticalmente y los materiales con los que están hechos son antiradares.
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