Previamente había recorrido Brasil, Argentina y Chile. En los cuatro destinos alertó sobre lo que consideró la pérdida de soberanía latinoamericana a manos de China y Rusia, las relaciones con Venezuela y, especialmente, planteó cuestiones sobre la seguridad hemisférica, en lo que muchos analistas consideran un intento de la superpotencia por retomar el control en 'su patrio trasero'.
Para Bissio, profesora del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Río de Janeiro y doctora en Historia por la Universidad Federal Fluminense, la preocupación estadounidense por lo que pasa al sur de continente tiene su correlato en otras partes del mundo.
"A Europa esta camisa de fuerza que le está imponiendo en relación a Rusia y de alguna medida en relación a China no le sirve, porque los europeos están mucho más próximos política y geográficamente, y dependientes, en términos de comercio y energía, del oriente que de EEUU".
La experta, que acaba de publicar un artículo sobre el avance chino-ruso, considera que "debe llegar el momento en que los europeos sientan que la forma como EEUU conduce las relaciones comerciales con Rusia y China los pone en situación de fragilidad".
En este sentido señaló que tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, como el chino, Xi Jinping, vienen impulsado con éxito foros, organismos y proyectos de alcance global que empiezan a hacerle sombra a los surgidos en la posguerra, y en los cuales Europa viene perdiendo el rol protagónico.
"La experiencia personal de estos dos líderes actúa a favor (…) han encontrado sin duda una sinergia y una coincidencia en la interpretación del momento histórico que les está tocando vivir, y claro, no nos olvidemos, los dos tienen un elemento muy importante para buscar esta aproximación que es toda la guerra comercial que les pone occidente con EEUU a la cabeza".
Por otro lado, Putin fue reelecto este 2018 para un nuevo mandato de seis años, mientras que Xi también logró cambios constitucionales que le permitirían seguir al frente de la segunda economía mundial al menos hasta 2028.
"China y Rusia empiezan a tocar aspectos cuestionadores de la lógica imperial anterior", señala la experta, para quien hay "una experiencia acumulada histórica" que está muy presente, en especial para China, para no repetir lo que "sufrió en manos del imperialismo y la dominación de occidente".
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