Aurora Lubiz, que ha sido jurado del Mundial de Tango en diversas ocasiones, contó a Sputnik cómo este evento se ha convertido en la culminación de todo lo que va sucediendo con el tango durante el año.

Según explicó Lubiz, vienen desde Rusia, Italia, China, Japón, Corea, Colombia, Brasil y Uruguay, además de los participantes de las provincias argentinas.

Las categorías para la competencia son tango de pista y tango escenario, la primera es un baile de corte social que apela más a la creación y la improvisación de los bailarines, mientras en el escenario cada paso ha sido armado con propósito artístico.
"El tango de pista es ese baile social que bailamos todos, los bailarines profesionales y los 'amateurs' nos juntamos en un salón de baile y compartimos un espacio en común(…) Muy diferente del escenario donde la pareja baila sola en torno a un hecho artístico, que puede tener una línea argumental y donde se eligen una musica y se desarrollan un vestuario", explico Lubiz.
"Durante la competencia en cada ronda a veces hay 10 o 12 parejas en la pista y bailan todas juntas tres temas con estilos diferentes, entonces el desafío está en que esas parejas puedan variar las dinámicas y los movimientos en cada uno de los estilos. Aqui la pareja esta creando en todo momento", aclaró.
Sin embargo el tango de escenario se vive de forma diferente: la pareja tiene un tema preparado, un vestuario hecho para esa coreografía y un argumento con pasos que el escenario pide con un propósito artístico.

Sobre la preparación de los participantes foráneos, Lubiz explicó que el tango ya ha dejado de ser algo exclusivo de los rioplatenses. "El tango no es solo de Argentina, no nos pertenece, hay un montón de seres de todos los países del mundo que han podido entender nuestro baile igual que cualquier argentino" comentó.
Entres los países que destacan por su pasión tanguera está Colombia, la tierra donde murió Carlos Gardel en 1935, ese grande de la historia del tango.
También destacó como desde hace unos años Rusia se ha enamorado del tango y los jóvenes estudian y se dedican a ello. En Brasil también esta empezando a crecer esta afición, "aunque la competencia es la que decide", aclaró.
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Países como Colombia y Rusia han logrado un cruce generacional, incluso con bailarines que son profesionales de otras disciplinas. "En Colombia el tango esta en todas las edades, hay generaciones de 80 años y niños de cinco y seis años", comentó.

En Argentina se vive con una fuerza tremenda y existe un 'mix' de todas las edades. Una muestra de ello fue el primer dia de la competencia de tango de salón, donde hubo toda una ronda de 12 parejas de veteranos con más de 70 años. "La siguiente fueron todos gente joven que no superan los 50 años, así que el abanico es muy grande" expresó Lubiz con orgullo.
Vivir un encuentro mundial de tango en Buenos Aires es una experiencia única, bailarines de distintos países se preparan todo el año para llegar a esta cita. En su estudio de Buenos Aires, Lubiz junto con Jonathan Spitel, quien fue campeón mundial de tango escenario en 2009, han preparado a bailarines de más de 50 países y el resultado ha sido "una comunión de nacionalidades" donde el tango es el lenguaje común.
A mí me gusta pensar desde un lugar muy lúdico y soñador que si los políticos se acercaran a bailar tango quizás desaparecerían las guerras (…) Yo creo que esta danza da a las personas la posibilidad de abrir el corazón, sentir el encuentro con otro ser humano, y eso es independiente de la nacionalidad", expresó.
"Cualquiera que esté dispuesto a abrir su corazón para bailar y abrazarse con otra persona, esta bailando un tango", concluyó la coreógrafa.
Spitel, ganador del Mundial en la categoría escenario en 2009, contó a Sputnik cómo fue ese momento: con su pareja, Betsabet Flores, él de 28 y ella de 20, llevaban solo cinco meses bailando juntos, y se presentaron con el objetivo de competir, pero ni se imaginaban que iban a ganar.
Ganar el Mundial cambia completamente la vida. "Recibimos un premio en efectivo y una gira por Japón de tres meses, bailamos en programas de televisión, se nos abrió la oportunidad de trabajar en todas las provincias y viajar por todo el mundo".

Para Jonathan lo que hace que el tango prenda en lugares tan lejanos es "el abrazo, la conexión que puede tener una persona con otra".
Según Spitel, "rusos y colombianos son los más fuertes". "Los rusos ya vienen con una preparación física y de baile y con un nivel bastante alto".

"Hay muy buen tango afuera, se ha globalizado, muchos maestros viajamos a dar clases, hay muchos festivales y milongas", explica. Sin embargo, es difícil todavía para los extranjeros ganar: en 2006 ganó una pareja de colombianos en tango escenario y en 2009 una pareja de japoneses en tango salón.
Para Spitel, que ha sido jurado en varias subsedes, la cuestión es que "los argentinos tenemos un 'barro' que es complicado de hacer. Hay un algo más que hace que se vea más la esencia del tango".
