El organismo evaluó 4.375 ciudades de 108 países. Coyhaique tiene un promedio anual de 64 miligramos por metro cúbico de partículas contaminantes, cuando la recomendación es que no supere los 10 miligramos.
Sputnik conversó con la intendenta del lugar, Gioconda Navarrete, para conocer los factores que determinan esta realidad.
"Nuestra gente ha nacido y se ha criado al alero de la cocina a leña, por las condiciones climáticas gira la vida del hogar. Es lugar de reunión, se cocina, se seca ropa. Las emanaciones en nuestra ciudad son en base a leña, pero más que por leña es porque es húmeda".
Más del 90% de los hogares y sistemas de calefacción en esta ciudad austral —con uno de los inviernos más largos del continente y temperaturas que superan los 20 grados bajos cero-, es en base a leña. El problema es que, al no estar considerada como combustible, no tiene regulación y entonces no hay controles estatales.
La intendenta explicó que si bien la contaminación no tiene las características de aquellas que provocan el cambio climático, este fenómeno sí se está sintiendo y agrava la situación.
"Desde hace ya más de 30 años venimos notando el cambio que se está produciendo. Antiguamente nevaba mucho en Coyhaique, había más lluvia. Ahora tenemos menos y en la ciudad nieva muy poco, prácticamente sólo en los cerros, y eso afecta la posibilidad de que naturalmente se limpie el aire en el invierno".
Coyhaique consume 500 mil metros cúbicos de leña al año. Y además de que las casas y edificios en general no son construidos pensando en otro tipo de calefacción, los combustibles alternativos como la parafina o el gas son muchos más caros. “No producimos nada de eso, nos abastecemos del resto del país. Lo más cercano es la leña”, explicó Navarrete.
La entrevistada sostuvo que no existe “experiencia empírica real que nos permita hacer una causa efecto directa” entre los casos de cáncer y el humo de la leña, que por momentos cubre literalmente la ciudad, pero aseguró que "los científicos están estudiando para poder obtener datos transversales en el tiempo" y así sacar conclusiones certeras.
Sin embargo, reconoció que "efectivamente una de las principales causas de muerte en la región es el cáncer, pero no necesariamente atribuible a esto, al menos no se ha podido determinar".
En este sentido agregó que "sí tuvimos el año pasado un brote mayor de virus sincicial en menores de edad, sobre todo menores de dos años que también despertó las alertas", ante lo cual se han tomado medidas para enfrentar este tipo de sucesos.