Los conceptos que emplean Rusia y Estados Unidos en cuanto a los cazas son diferentes. Washington apuesta demasiado a las capacidades furtivas de sus aviones militares, señaló a Sputnik el experto militar y vicedirector de la revista Arsenal Otechestva, Dmitri Drozdenko.
"Los radares vienen modernizándose, pero el uso de la tecnología furtiva no es la panacea ni la garantía de victoria en el combate aéreo. El enfoque de Rusia, en cambio, también radica en el uso de las tecnologías furtivas, pero da mayor prioridad al avión como tal", explicó.
Entre otras cosas, el experto puso en duda la necesidad de la creación y el uso de los aviones de quinta generación y señaló el elevado precio de este tipo de aeronaves.
Según apuntó, esto se refiere no solo al F-35, sino también al Su-57. En el caso del avión ruso habrá que plantear la pregunta si hace falta seguir desarrollando este proyecto como el caza de quinta generación o usarlo como una plataforma para el de sexta generación, enfatizó.
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Agregó que el caza ruso de la generación 4++, Su-35S, es apto para 'ver' al avión de tecnología furtiva F-35 y además está dotado de buenas características de vuelo.
Una enfermedad crónica
El caza estadounidense F-35 es un sistema complejo, de ahí que tenga una gran cantidad de errores y sea extremadamente difícil arreglarlo, dijo Drozdenko.
"Es evidente que dichos problemas tienen que ver con la falta de ajuste de las tecnologías que se usan en este avión. EEUU tolera los fallos de este avión porque es un negocio enorme y caro: los contratos del F-35 tienen un costo de billones de dólares", aseveró.
Washington continúa con la modernización sus cazas de cuarta generación como los F-18 y F-15 para que cumplan con los requisitos de la generación 4++ y estén a la par del ruso Su-35, señaló el entrevistado.
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Además, el costo por hora de vuelo del F-35 es aproximadamente de 40.000 dólares, mientras que en el caso del F-18 esta cifra es considerablemente menor, cerca de 18.000 dólares.
Complejo de superioridad
El F-35 estadounidense es tecnológicamente más avanzado que el Su-57, subrayó Drozdenko.
El experto destacó que también hay un matiz del que no se habla mucho, es cómo la empresa fabricante gestiona y controla la calidad de los cazas. Esta tiene un monopolio en cuanto a la logística de los repuestos y otras piezas.
El proceso de control de calidad se realiza remotamente y esto es plenamente justificado desde el punto de vista financiero.
"Pero ¿qué pasa si el país que adquiere estos aviones cae en desgracia de Estados Unidos? En este caso lo desenchufan de dicho sistema y el avión deja de funcionar. Todos los que compran este aparato aéreo se encuentran a merced de los que tienen sus manos en el interruptor", indicó.
¿Defectos exagerados?
Las deficiencias del F-35 son nada más que exageraciones difundidas por varios expertos, aseveró el experto militar y coronel retirado ruso Mijaíl Jodarionok.
A juicio del analista, el F-35 no se enfrenta a ningún obstáculo que pudiera impedir su entrada en servicio.
"Si fuera un avión de mala calidad, dudo que lo compraran. Puede que esto haya sonado poco patriótico, pero yo de verdad no me enfocaría en los defectos del F-35", proclamó.
"Moscú y Washington están siendo guiados por los mismos principios y allanan los mismos caminos en cuanto al desarrollo del avión de quinta generación. La única diferencia será la forma en la que se realizan los dos proyectos. El F-35 debe ser considerado como una parte del sistema [de combate aéreo]. Al mismo tiempo, el Su-57 sirve de manera individual para distintos propósitos", concluyó.