"Lo que más me gusta de estar en Argentina es que existe la posibilidad de estudiar en una universidad muy exigente, muy reconocida también, además de ser pública y gratuita", dijo a Sputnik Carolina Costa Jung, estudiante de medicina clínica en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y quien también realiza actualmente prácticas en el Hospital Durand.
Para estudiar medicina en Brasil, las universidades públicas tienen cupos limitados de ingreso y se accede mediante el polémico examen Vestibular, que evalúa el desempeño de los alumnos desde la primaria. Como alternativa, las instituciones privadas tienen precios mensuales superiores a los 2.000 dólares.
El caso de Carolina es similar al de miles de brasileños que eligen venir a la Argentina a realizar su formación terciaria. Son más de 8.800 los que estudian en este país y 75% de ellos aspira a convertirse en médico.
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Mientras que los extranjeros que cursan en las universidades argentinas representan sólo un 2,8% del total de alumnos, el caso de los estudiantes de Medicina es llamativo. Según el ministerio de Educación, uno de cada siete es extranjero, incluidas las cifras de universidades públicas y privadas, y los brasileños representan más de la mitad de éstos.
Recientemente la UBA incluyó el requisito de demostrar un nivel básico de castellano para ingresantes de habla no hispana. Tanto Carolina como Mayra mencionan la lejanía de sus familias y la necesidad de adaptación a una cultura distinta como los principales desafíos de vivir en otro país, más allá del idioma. "No sabía hablar español pero eso no fue un problema: siempre hablé mucho y nunca tuve vergüenza de hacerlo", dijo Mayra.