La medida se aplicará en las provincias de Carchi, fronteriza con Colombia, en El Oro, que linda con Perú, y en Pichincha, donde está la capital y en la que se han establecido una parte de los venezolanos que se quedan en Ecuador. Según informó la Cancillería del país, unos 4.200 venezolanos cruzan diariamente la frontera, de ellos un 20% se queda en Ecuador.
Dentro de los principales problemas que enfrentan los venezolanos al llegar al país, Pontón señaló que el Estado no ha tenido la capacidad de responder "primero a la entrada y salida desregular" de los migrantes, y a su vez "poder brindar condiciones para que tengan condiciones humanitarias de supervivencia".
Los migrantes que llegan "están sometidos a vejaciones, a la delincuencia", entre los que están las "mujeres embarazadas y niños". En Quito hay instaladas carpas en las plazas, los migrantes sufren de frío. Pontón señaló que muchos también llegan enfermos.
Ecuador mejorará atención a venezolanos en condiciones de vulnerabilidad https://t.co/SZgsJlqLIT
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 20 de junio de 2018
Los que deciden quedarse deben afrontar el pago de visas y permisos que "son caros", y a su vez un mercado de trabajo que no tiene la capacidad de "absorber la mano de obra" venezolana. "Es complicado", aseguró el decano. Por estos mismos motivos Ecuador también se ha convertido en un "sitio de paso" hacia Perú, Chile y Argentina.
"Es un drama bien complejo", concluyó.
Las últimas cifras oficiales brindadas por el Gobierno indican que en el primer semestre del año, llegaron 454.000 ciudadanos desde Venezuela, de los que 72.000 permanecieron en territorio ecuatoriano.
"La típica discusión sobre si [el Gobierno] les debe dar o no condiciones humanitarias está vigente —dijo Pontón —. Si las generas viene una ola de gente, los Gobiernos se ven con ese dilema […] se está tomando mucha conciencia en la opinión pública, sin embargo yo no veo que si este tema sigue creciendo el Estado ecuatoriano tenga las condiciones materiales para dar respuesta".
"Me parece que se debe establecer una estrategia más internacional, para un poco ver a través de una política de un conjunto de países, qué tipo de soluciones se les puede dar y no pongan entredicho la seguridad humana de las personas", propuso.