Estados Unidos basa su decisión por "el empleo del agente nervioso Novichok en un intento de asesinar" al exagente doble Serguéi Skripal y a su hija, Yulia, cuya autoría adjudica al Gobierno de la Federación Rusa, según un comunicado difundido el 8 de agosto.
Skripal era oficial de la inteligencia militar rusa, y fue reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido. En marzo, él y su hija fueron atacados con un agente nervioso. Londres afirma que se trata de la sustancia novichok, aunque su procedencia jamás fue identificada.
El Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque a los Skripal, mientras Scotland Yard todavía continúa la investigación. Moscú lo rechaza de plano, por lo que reclama acceso a las pruebas.
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A criterio del analista argentino, la medida tomada por EEUU está marcada por un "quiebre" entre la política exterior que pretende impulsar Donald Trump y las restricciones que le impone el "lobby" integrado por otros miembros del Gobierno y las empresas. Este último grupo "quiere seguir manteniendo a Rusia como el enemigo histórico" del país.
1. ¿Quién decidió sobre las sanciones? ¿Fue Donald Trump?
"Frente a Putin, Trump mencionó que sus propios servicios de seguridad fallaron en su tarea al afirmar que Rusia tuvo una injerencia en las elecciones, cuando en realidad no fue así. Cada vez que Trump hace este tipo de declaraciones pegándole al establishment, genera una fuerza contraria, un feedback, como este tipo de actitudes que el Gobierno le marca", dijo.
2. ¿Por qué se trata de una cuestión de soberanía para Rusia?
Si se aplican efectivamente las sanciones anunciadas, en una primera etapa se prohibiría la emisión de licencias de exportación a Rusia de artículos clave para la seguridad nacional, como elementos electrónicos o de mecánica aeronáutica. Quedarían exentos aquellos que afecten los vuelos espaciales —ámbito en el que EEUU no es autosuficiente sin la colaboración con Rusia— y la seguridad aérea.
Pero hay un costado "realmente preocupante" en el segundo paquete de medidas con las que amenaza Washington, que podrían entrar en vigor si Moscú no se sometiese en un plazo de 90 días a inspecciones de organismos internacionales para asegurar que no incurre en la utilización o fabricación de armas químicas.
A este punto, el Departamento de Estado podría llegar a reducir las relaciones bilaterales, suspendería los vuelos de la compañía aérea Aeroflot a EEUU y frenaría casi todas las exportaciones e importaciones.
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"En cierto sentido es una injerencia en la política doméstica rusa. Recordemos que las relaciones han venido con cierto detrimento, entonces salir con este pedido, como si Rusia fuera Corea del Norte o Siria, es un poco duro para la diplomacia", afirmó el presidente de la Fundación Globalizar.
3. ¿Son efectivas las sanciones?
"La política doméstica se ha adaptado a no depender tanto de los cambios económicos o comerciales externos y poder depender de uno mismo. Eso es lo que la hace fuerte hacia adentro y hacia afuera. Rusia ha tratado de acomodar su economía para ser sustentable y tener un manejo soberano de los recursos estratégicos y las empresas de defensa", puntualizó.
A partir de 2014, el conflicto con Ucrania, país donde había eslabones de la cadena de producción de la industria de la defensa, también enseñó mucho a Moscú y reforzó la noción de que este sector debe estar bajo control "100% nacional". A esta altura, Rusia tiene "los engranajes acomodados para sortear cualquier disrupción en lo internacional para que no afecten sus intereses primordiales domésticos o sus lineamientos de política exterior".
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Asimismo, sobre la efectividad de las sanciones como castigo a una nación, consideró que deben estar acompañadas por "toda la comunidad internacional" si se quieren hacer efectivas. Cuando son unilaterales como en el caso de las de EEUU, o apoyadas apenas por los países aliados, "no surten el efecto que ellos mismos prevén".
4. ¿De qué manera se relacionan los recursos energéticos de Rusia con el caso?
Las intenciones detrás de ese anhelo de Washington —y su "lobby" empresario— eran que "se abra el hueco" en el Viejo Continente para "empezar a ocuparlo". Los empresarios ven en esta situación de tensión una oportunidad que les permita "ser proveedores de hidrocarburos en Europa", a pesar de que a nivel interior tienen un escollo no menor: el Capitolio debe aprobar una ley que les permita exportar este recurso.
"Si le sacan ese mercado a Rusia ahí podríamos hablar de que Rusia se vería gravemente afectada. Pero Europa no está en condiciones de soltarle la mano a Rusia en cuanto a su dependencia del gas ruso. Entonces ese juego todavía está un poco complicado y yo creo que va a ser la próxima encrucijada entre Europa, EEUU y Rusia", consideró el experto.
Por otra parte, Europa "está empezando a tener unas políticas exteriores un poco más independientes", dado el menor apoyo por parte de Washington en comparación con el pasado. Con la excepción del Reino Unido y Francia, "podemos ver un acercamiento de Europa a Rusia", opinó el analista.
5. ¿Por qué EEUU se preocupa con tanta vehemencia de lo que ocurrió en Reino Unido?
Una veintena de países —la mayoría europeos y/o miembros de la OTAN— y la misma alianza militar accedieron a expulsar diplomáticos. Sin embargo, al golpear las puertas en Europa, Londres no encontró un consenso sobre la pertinencia de sanciones más drásticas. Sin embargo, EEUU accedió.
"Esto tiene que ver con la misma fundamentación de la OTAN. Hay ciertos aliados históricos que tienen que responder prácticamente a ojos cerrados", y entre EEUU y Gran Bretaña hay muchos lazos históricos, culturales y sociológicos, puntualizó el analista.
"Hay muy pocas diferencias de política exterior entre el Reino Unido y EEUU. Se acompañan prácticamente en todo por un tema de afinidad y estrategia geopolítica", puntualizó Galea.
6. ¿Afectará a América Latina esta medida?
Cuando EEUU expulsó diplomáticos rusos a raíz de las acusaciones de Londres, presionó a países latinoamericanos para que hicieran lo mismo. En el caso de Uruguay, el canciller Rodolfo Nin Novoa consideró "impertinente" este pedido, pues considera que el suyo es un país soberano "que fija por sí mismo las políticas de relacionamiento con el resto del mundo".
"Rusia es uno de los pocos grandes países entre los más poderosos del mundo que aboga por el uso del Derecho Internacional. Para los países de poco peso específico en el ámbito geopolítico, les representa una gran satisfacción desde su política exterior saber que hay otros que tienen unas reglas de juego un poco más claras, y que cuando se sientan en una mesa de negociación todos están al mismo nivel", agregó.
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Los Gobiernos de América Latina han cambiado de signo político, como el caso de Argentina o Brasil, pero la relación con Rusia permanece siempre sana, como se ha podido ver en los últimos meses con visitas presidenciales. En el caso argentino, la cooperación científica y en materia de energía son cuestiones que han quedado fijadas como "política de estado", aseguró Galea.
"Así como hay una probabilidad casi nula de enfrentamientos entre países latinoamericanos y la injerencia estadounidense ya no tiene tanto efecto como en la década de 1970, creo que va a ser muy difícil que la región tome una postura antirrusa", concluyó.