"Esto se suma a la obsesión de Donald Trump de atraer a los ricos del mundo, de beneficiar a los ricos del mundo y de hacer negocios para los ricos del mundo a través de las políticas públicas". Así consideró el economista y abogado José Roberto Acosta la propuesta del mandatario estadounidense en torno a la reducción del impuesto a las ganancias.
El cambio consistiría en imponer impuestos a las ganancias de capitales (tanto de ganancias generadas por inversiones como acciones y bienes raíces) tomando en cuenta la inflación, lo que reduciría la tasa imponible.
"Hoy en día una empresa en Estados Unidos obtiene ganancias de entre 8% y 10% respecto al capital invertido. Es decir, por cada 100 millones de dólares que invierten en una empresa, el dueño recibe al año rendimientos de entre el 8% y el 10%", explicó Acosta. De acuerdo al experto esa tasa de rendimiento es respecto a la cual se gravan las ganancias, la que disminuiría de concretarse la voluntad del presidente.
"Supongamos el empresario obtiene un 8% de rentabilidad, si a eso le restamos el 2% de inflación que es el promedio de aumento de precios que ha tenido Estados Unidos año a año, significaría que la base sobre la que pagaría impuestos el dueño del capital ya no sería 8% sino que se le cobrarán impuestos sobre el 6%".
De esta forma los dueños del capital se ahorrarían una cuarta parte de lo que pagan por concepto de impuesto a las ganancias. Medida que reduciría los ingresos federales en 102.000 millones de dólares en una década, y pondría al país aún más cerca del 'abismo fiscal' en el que se encuentra.