Así, Idlib es controlado por Turquía y la zona de Al Tanf y algunas poblaciones kurdas permanecen bajo la fuerte influencia de EEUU, cuyos militares operan en esta zona. Sin entablar una negociación con estos países, las FFAA sirias no podrán controlar todo el país.
Turquía, "el eslabón más débil"
A finales de julio la ciudad rusa de Sochi se convirtió en escenario de las negociaciones entre Irán, Turquía y Rusia para discutir el tema sirio. Damasco y Ankara oficialmente no mantienen negociaciones y se limitan a lanzarse declaraciones cruzadas sobre la presencia turca en el territorio del país árabe. Así, el Gobierno sirio promete a Ankara que Idlib volverá tarde o temprano a estar bajo control de Damasco.
Según su opinión, Turquía pretende mantener su influencia en la Siria de posguerra y por lo tanto está a favor de otorgar más derechos y poderes a las comunidades locales —parte de las cuales, en el noroeste y oeste de Siria, son proturcas—. Por otro lado, Ankara quiere que estos derechos y poderes no se apliquen a los kurdos sirios, a los cuales el Gobierno turco considera una de las principales amenazas para la seguridad nacional de Turquía.
Sin embargo, cumplir con tales condiciones parece algo imposible, asegura el politólogo.
"La Comisión Constituyente de la sociedad civil de Siria [cuya creación fue acordada durante las negociaciones en Sochi y que está compuesta por representantes tanto del Gobierno sirio como de la oposición] acaba de empezar a trabajar, y nadie sabe cómo excluir a los kurdos del proceso de descentralización", explicó.
Además, Irán tampoco está dispuesto a ceder a Turquía sus zonas de influencia en Siria.
"Todo el mundo entiende que seguramente a medio plazo Teherán y Ankara competirán por el dominio de Oriente Medio", añadió.
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A su vez, las autoridades turcas amenazan con que si Moscú y Teherán dan el visto bueno a Damasco para llevar a cabo una operación militar en Idlib sin acordarlo antes con Ankara, Turquía abandonará el formato de Astana y es posible que reactive la ayuda militar y política a la oposición siria.
"Sin embargo, este compromiso, muy probablemente, no durará mucho. En primer lugar, porque de momento Turquía no puede hacer frente a la situación —lo que demuestran, por ejemplo, los ataques regulares de drones que se producen desde Idlib contra la base aérea de Hmeymim—, y no hay garantía de que la situación vaya a cambiar. En segundo lugar, Damasco ya está negociando con los kurdos y este diálogo tiene como base una promesa de descentralización", escribió.
Aquí se ve que los intereses de Damasco coinciden con los de Turquía en la idea de no ampliar la autonomía de los kurdos. La diferencia es que el Gobierno sirio está dispuesto a otorgarles una autonomía limitada.
"Si los turcos se oponen, si al final Damasco tiene que elegir entre llegar a un compromiso con los kurdos o satisfacer a los turcos, optará por los primeros", asegura el politólogo.
Mirzayán está convencido de que Damasco no elegirá a Turquía porque es "el eslabón más débil en el triunvirato sirio" compuesto por Moscú, Teherán y Ankara. El final de la guerra civil siria es inminente y las posiciones de Irán y Rusia ante ese escenario parecen fuertes, mientras que las de Turquía, al contrario, se debilitan.
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En un momento de crisis entre Ankara y sus socios occidentales, el Gobierno otomano no puede permitirse el lujo de echar a perder sus relaciones con Moscú y Teherán.
"Por lo tanto, es posible que en otoño el Ejército sirio comience la operación en Idlib y Turquía se vea obligada a mantenerse al margen", opina el politólogo.
El papel de EEUU
Los estadounidenses, a su vez, no participaron en la reunión en Sochi pese a que fueron invitados.
"Sentimos que nuestros colegas norteamericanos se hayan retirado de los esfuerzos para lograr un acuerdo político a largo plazo en Siria. Seguimos convencidos de que solo un diálogo abierto puede llevar a una resolución satisfactoria para todos", comentó el representante especial del presidente ruso para Siria, Alexandr Lavréntiev.
"La única pregunta es, ¿qué quieren los estadounidenses a cambio? Algunos medios difundieron la idea de que EEUU, junto con Israel, exigen la retirada completa de Irán de Siria. Sin embargo, todos entienden que esto es poco realista: los perdedores no pueden obligar al ganador a admitir la derrota. Entonces, lo más probable es que los iraníes deban garantizar la ausencia de sus tropas y bases cerca de los Altos del Golán y que Rusia se convierta en el garante del cumplimiento de esta condición por parte de Teherán", aseguró.
Irán
Moscú —a pesar de sus buenas relaciones con el país persa— comparte parcialmente estas preocupaciones, y es por eso que está tratando de hacer todo lo posible para resolver el problema implicando a los turcos mediante la diplomacia e involucrando a los socios europeos en el proceso de retorno de refugiados sirios y en la reconstrucción de las infraestructuras del país.
"Cuantos más actores externos haya en Siria, menos probable será que el liderazgo iraní —inevitable, en realidad— en este país se convierta en un dominio que nadie quería. También habrá más posibilidades de que un proceso de reconciliación nacional termine no solo con el final del conflicto civil, sino también con una coexistencia pacífica a largo plazo de los pueblos y grupos religiosos dentro de Siria", concluyó.