La abstinencia de alcohol se ha relacionado con un mayor riesgo de demencia; tanto las personas que beben más de los límites recomendados como las que son abstemias corren un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Los participantes tenían entre 35 y 55 años cuando el estudio comenzó a mediados de la década de los 80. Fueron seguidos durante un promedio de 23 años, durante los cuales se registró un total de 397 casos de demencia.
La abstinencia en hombres y mujeres de mediana edad se asoció con un 45% más de riesgo de demencia en comparación con las personas que consumieron entre una y 14 unidades de alcohol por semana.
Entre los bebedores excesivos —los que consumieron más de 14 unidades por semana— el riesgo de demencia también aumentaba cuanto más bebía una persona.
"Estos resultados sugieren que la abstención y el consumo excesivo de alcohol se asocian con un mayor riesgo de demencia, aunque los mecanismos subyacentes probablemente sean diferentes en los dos grupos", escribieron los autores.